Por supuesto, Grecia fue también protagonista en la reunión que mantuvieron los ministros de Finanzas de la eurozona en Luxemburgo. El gobierno griego volvió a desplegar todo su arsenal de razones para que la Unión Europea y el FMI liberen el próximo tramo del rescate financiero. Sin esos 8.000 millones de euros, Grecia caería en bancarrota a finales de octubre.