1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Europa se resigna a Bush

3 de noviembre de 2004

La prensa alemana dedica amplios comentarios a las elecciones presidenciales estadounidenses, haciendo hincapié en que el pragmatismo obligará a Europa a buscar una relación sensata con el reelecto George W. Bush.

https://p.dw.com/p/5oBi
Bush se declara vencedor.Imagen: AP

El Süddeutsche Zeitung, de Múnich, opina: “Estados Unidos se ha vuelto un extraño para muchos europeos. La elección sólo ha reforzado esta impresión. En contra de muchas expectativas, Bush no quedará como un corto episodio en la historia. Él representa a la mayoría de un país que ha convertido la división política en un concepto y la lucha partidista en un deporte nacional. El mundo no debería dejarse contagiar por esta caldeada atmósfera. Estados Unidos es más que su presidente.”

Otro Bush

El semanario Die Zeit plantea en su editorial: “Debemos desear que Bush deje de ser Bush. Es decir, que sea menos arrebatado y soberbio y aprenda a escuchar más, por su propio interés. Porque, lo que Estados Unidos pretende para los próximos cuatro años, requiere de amigos confiables y solidarios. Y ellos no sólo desean atención, sino también respeto.¿Cómo podría Bush de otro modo poner coto a los programas atómicos de Irán y Corea del Norte, salvar el dólar, derrotar al terrorismo y salvar de sus sanguinarios enemigos al proyecto de democratización de Irak, que también corresponde a los intereses de Europa?”

Necesidad de diálogo

El Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Francfort del Meno, comenta: “Los espectadores del otro lado del Atlántico, en su gran mayoría, habían cruzado los dedos por el retador demócrata. (...) En consecuencia, mucha gente se sentirá por lo menos decepcionada con la reelección del republicano. Pero aquellos gobiernos de Europa y otros lugares que discreparon con Bush, no deberían replegarse a un rincón para sumirse en sus lamentos. Lo que hasta ahora bien podría haberles sonado a amenaza (“cuatro años más”), parece convertirse en un hecho. Y esto exige una fría y realista determinación de intereses, que se desembarace del popular ‘antibushismo’ o de un insensato antiamericanismo: el camino debe conducir a un nuevo entendimiento, a través del diálogo. La condición es que de un lado se abandone la inclinación a introducir cuñas entre los europeos, y, del otro, se renuncie al moralismo de tono pedagógico.”

La hora de la sensatez

El matutino General Anzeiger, de Bonn, apunta: “Europa tendrá que tener ahora un trato sensato con aquel Estados Unidos que los estadounidenses eligieron. Aunque habría sido ingenuo suponer que un Kerry victorioso se hubiese apresurado a someter a los soldados estadounidenses a los dictados del Tribunal Penal Internacional o a suscribir el protocolo de Kyoto, él habría representado a otro Estados Unidos. Pero Europa también tendrá que arreglárselas con el Estados Unidos de George Bush. Ambas partes seguirán supeditadas la una a la otra, por su propio interés y por el de un mundo que, sin la cooperación transatlántica, perdería aún más de su capacidad para mantener la paz.”