Europa reacciona ante los comicios austríacos
5 de diciembre de 2016
Al enterarse de que había triunfado en los comicios de este domingo (4.12.2016), el presidente electo de Austria, Alexander Van der Bellen, describió su victoria como indicio de que "mis posiciones proeuropeas son compartidas por la mayoría de los votantes”. El político ecologista enfatizó en entrevista con ORF, la televisora pública local, que sí es posible ganar en las urnas con un mensaje proeuropeo. Van der Bellen prometió que será un presidente "para todos los austríacos”, también para quienes no apoyaron su candidatura.
Van der Bellen venció en la repetición de las presidenciales con un 53,6 por ciento de respaldo electoral, según un sondeo realizado por ORF cuando se había contado el 58,4 por ciento de los votos. Su contendiente, el populista ultranacionalista Norbert Hofer, del Partido Liberal de Austria (FPÖ), obtuvo al 46,4 por ciento de los votos. El margen de error del 1,2 por ciento imposibilitaba un cambio de tendencia cuando se anunció el triunfo de Van der Bellen, celebrado dentro y fuera de Austria por jefes de Estado y de Gobierno comunitarios.
Rajoy, Hollande y Valls
Varios mandatarios coincidieron con Van der Bellen en que su ascenso a la presidencia es "una buena señal para otras capitales de la Unión Europea”. El jefe del Ejecutivo español, el conservador Mariano Rajoy, felicitó al pueblo austríaco por "apostar por la moderación y por una Europa unida”. Su homólogo francés, François Hollande, lo secundó, señalando que "el pueblo austríaco ha tendido la mano a Europa y a una política de apertura”, y describiendo como "limpio e inapelable” el desenlace de la jornada electoral en Austria.
Hollande aludía tácitamente a los resultados de la primera votación que tuvo lugar en Austria el 22 de mayo de 2016. Entonces, el hecho de que Van der Bellen ganara con un margen de ventaja muy pequeño y de que se registraran irregularidades formales en el recuento de los votos emitidos por correo llevó a la Justicia a invalidar esas elecciones. Por su parte, el primer ministro francés, Manuel Valls, escribió vía Twitter que "Europa no se resigna a la suerte del populismo”, haciendo referencia al euroescéptico Hofer, su rival.
Gabriel y Steinmeier en Alemania
En Alemania, el vicecanciller y ministro de Economía, Sigmar Gabriel, fue el primer político germano de alto rango en festejar la victoria de Van der Bellen, subrayando que "toda Europa respira aliviada”. Frank-Walter Steinmeier, ministro alemán de Exteriores y miembro del partido socialdemócrata, como Gabriel, compartió la opinión de los socialistas franceses cuando dijo que la victoria del ecologista austríaco era una "buena señal contra el populismo en Europa”. Alivio se respiró también en las filas del partido de la canciller Angela Merkel.
Thomas Ströbl, líder de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) en el Land alemán de Baden-Württenber, comentó que el éxito de Van der Bellen era un suceso esperanzador de cara a las elecciones generales que se realizarán en Alemania en 2017, donde se teme la consolidación de la formación ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD), cuyo discurso es descrito por politólogos, sociólogos y otros expertos en conflicto social como racista, xenófobo, islamófobo y homófobo, aparte de euroescéptico.
Le Pen le augura victorias al FPÖ
Está por verse qué opina Frauke Petry, mascarón de proa de la AfD, del desempeño de los ultranacionalistas austríacos durante la contienda electoral. Al asegurarse de que había perdido frente a Van der Bellen, el propio Norbert Hofer prometió que en 2022 aspirará de nuevo a la presidencia de la república alpina. Por su parte, el jefe del Partido Liberal de Austria (FPÖ), Heinz-Christian Strache, atribuyó su fracaso en las urnas a "una campaña masiva del sistema”. "El miedo a Hofer, quien era el candidato del cambio, tuvo su efecto”, afirmó.
No obstante, añadió Strache, el de estas elecciones es "el mejor resultado”, en la historia del FPÖ. "No puede ser que a un 46 o 47 por ciento de la población se le siga asociando con el régimen criminal (de los nazis). Esto tiene que acabar”, agregó Strache, criticando a quienes estigmatizan a su grupo por tener sus orígenes en el nazismo y arguyendo que el FPÖ no impugnaría las elecciones esta vez, como lo hizo en mayo de 2016. El FPÖ lidera todas las encuestas de opinión en Austria (33 por ciento) de cara a las elecciones de 2018.
Con esas cifras en mente, la política francesa Marine Le Pen, eurodiputada y líder del ultraderechista Frente Nacional, le auguró la victoria al FPÖ en los comicios del próximo año. "Le doy la enhorabuena al FPÖ, que ha luchado con coraje. Las próximas legislativas serán las de su victoria”, escribió Le Pen desde su cuenta de Twitter. En Austria, los populistas de extrema derecha están muy por delante de los partidos de la actual coalición de Gobierno, formada por socialdemócratas (27 por ciento) y democristianos (19 por ciento).
De ahí que también el canciller federal de Austria, el socialdemócrata Christian Kern, se haya mostrado satisfecho con la victoria del ecologista. "Estoy convencido de que con Van der Bellen vamos a tener a un presidente que representará a Austria de forma extraordinaria en el interior y exterior del país”, declaró Kern.
ERC ( EFE / dpa )