Europa de cara a los conflictos
6 de abril de 2004Si bien de la reunión informal de los ministros de Defensa de la Unión Europea no ha salido algo concreto, sí las directrices de las acciones de defensa en el escenario internacional. Así, al plan de dotar a la Unión con unidades rápidas de combate para intervenciones en zonas de crisis –una propuesta presentada por Alemania, Francia y Reino Unido en el mes de febrero- se le ha dado luz verde.
Unidades de despliegue inmediato
En el año 2007, la UE dispondría de 8 o 9 batallones de elite -seis de los cuales estarían a cargo de los seis países más grandes de la Unión y tres serían multinacionales- que estarían capacitados para un despliegue inmediato, en dos semanas, y a no más de 4.000 kilómetros de distancia. Las intervenciones de estas fuerzas de elite durarían entre 30 y 120 días.
Fuerzas de Reacción Rápida
Estas unidades rápidas dotarían a la Unión Europea de un instrumento que asegure su presencia en el escenario internacional de prevención y mantenimiento de la paz, a instancias de la ONU, y se enmarcarían en la futura Fuerza de Reacción Rápida que la UE quiere poner en marcha con 60.000 militares, capaz de desplegarse en dos meses para misiones de al menos un año. Las unidades rápidas deberían estar capacitadas para intervenir lo antes posible, y preparar el terreno para una intervención de mayor duración, en el campo de la ayuda humanitaria. En un texto elaborado por el Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Javier Solana, se hace hincapié en el tiempo de decisión y de planificación de las respuestas europeas a los conflictos: "no tiene sentido disponer de las fuerzas y tardarse en entrar en acción", declaró. El ejemplo a seguir es la misión "Artemisa", que la Unión Europea puso en marcha al cabo de diez días, y que tuvo un éxito aceptable en el Congo en junio de 2003.
Agencia Europea de Armamento
La creación de una agencia europea de armamento está prevista para finales de año. Este organismo europeo estaría a cargo de la coordinación del armamento y los vehículos de las fuerzas europeas. Se trata de proteger a la industria europea de la todopoderosa industria armamentista norteamericana y de estrechar un tanto el abismo tecnológico que separa el envejecido armamento europeo del modernísimo ejército estadounidense.
Se hizo explícita alusión a la cooperación con la OTAN porque, "el principio fundamental es un reforzamiento mutuo", explicaba Javier Solana. En este contexto, la UE se prepara para sustituir hacia finales de año a las SFOR, las fuerzas de estabilización de la misión de la Alianza Atlántica en Bosnia. Si bien la Unión se propone mantener la cantidad de fuerzas estacionadas, la OTAN dejará algunos cientos de sus hombres en la región. Y es que aunque la Alianza entregue el control de la región, la búsqueda de criminales de guerra será siendo asunto suyo.
Las KFOR y la presencia alemana
El Alto Representante de la Política Exterior y Seguridad Común de la UE alertó también de la necesidad de poder acceder a reservas, para casos de crisis. Si bien no entró en detalles, declaró que los recientes acontecimientos en Kosovo resaltan la importancia de este asunto para las crisis o las oleadas de violencia. Los choques en Kosovo en el pasado marzo obligaron a la OTAN a reforzar con 2.000 hombres a la KFOR, la misión que la Alianza dirige en esa provincia separatista serbia poblada mayoritariamente por albaneses.
Por su parte, el ministro alemán de Defensa, Peter Struck, que no tomó parte en la reunión de ministros por encontrarse justamente en Kosovo, subrayó la importancia de la presencia de la ONU y la OTAN, aseguró la permanencia de las fuerzas alemanas y abogó por una mayor responsabilidad política de la Unión Europea en el conflicto kosovar. Todo parece indicar que el 2004 será, efectivamente, como lo calificó Solana, un año espectacular "para la política europea de seguridad y de defensa".