Europa a la conquista de la Luna
17 de noviembre de 2004
Según la Agencia Espacial Europea (ESA), la sonda europea Smart 1 (Small Missions for Advanced Research in Technology) entró correctamente en la órbita de la Luna tras alcanzar el primer perilunio, es decir, el punto más cercano a la Luna desde su órbita elíptica, situado a unos 5.000 km. de distancia.
Vuelo Express a la luna
La larga odisea del Smart duró algo más de un año y se espera que a mediados de enero del próximo año comience a hacer sus exploraciones en la superficie. La trayectoria seguida hasta ahora fue motivo de alegría para los expertos de la ESA ya que la sonda alcanzó su objetivo tres meses antes de lo previsto.
La celeridad del vuelo fue posible debido a las óptimas condiciones en la zona de los anillos de Van Allen. En esta zona, considerada peligrosa debido a su alto nivel de radiación, se preveía perder un 15 % de eficiencia frente al 8% que perdió la sonda, consiguiendo así más potencia y adelantando tres meses su llegada.
Nueva propulsión espacial
Esta "Misión Pequeña para Investigación Tecnológica Avanzada" (según su traducción del inglés) sirve para probar tecnologías innovadoras que se usarán posteriormente en otras misiones científicas más ambiciosas. Según la ESA, esta misión europea sirvió para probar un sistema de propulsión iónica que en otras misiones de espacio profundo puede ser más eficiente que el sistema de propulsión de combustible.
SMART I pesa 370 kg, tiene forma de cubo y cuenta con dos paneles solares de 14 metros de longitud, que generan 1,9 kilovatios de electricidad. Estos paneles proporcionan la electricidad necesaria a los 72 kilos de xenón que porta en el tanque de combustible, proporcionándole así el impulso iónico. A partir de ahora la sonda europea continúa un viaje de acercamiento a la Luna, en el que va reduciendo su órbita hasta alcanzar el punto más cercano al satélite a una distancia de 300 kilómetros.
Para alcanzar esta posición todavía serán necesarios dos meses decisivos. Es el momento de la captura y si algo falla, incurrirá en un gasto de combustible muy grande. SMART I, lanzada por un cohete Ariane 5 el 27 de septiembre del pasado año desde la base espacial europea de Kuru en la Guyana Francesa, es la primera misión europea a la luna.
En busca del hielo lunar
La misión Smart I es mucho más que un estudio de propulsión por iones. La sonda estudiará y analizará la superficie lunar y sus minerales. Smart I cuenta con un espectrómetro especial por infrarrojos que le permitirá identificar elementos químicos.
Con la ayuda de este espectrómetro, se podría dilucidar la duda del hielo polar en la Luna, originada tras el descubrimiento de hidrógeno en el polo sur del satélite. Posiblemente se podrían encontrar allí restos de hielo procedentes del impacto de algún cometa. La sonda analizará además las zonas sombrías de algunos de los cráteres del polo sur y ofrecerá nuevas claves de la superficie lunar a la comunidad científica.