¿Estrenará Ángela Merkel nuevo vicecanciller?
5 de abril de 2011El ministro de Salud, Philipp Rösler, puede convertirse en nuevo presidente del Partido Liberal alemán, en reemplazo del saliente Guido Westerwelle. El joven político, de 38 años, ha anunciado su candidatura y cuenta con el apoyo de los máximos dirigentes liberales reunidos este martes (5.04.2011) en Berlín. La decisión final se tomará en el congreso de esa formación en mayo.
Rösler debe sacar al partido de su actual crisis interna y de popularidad entre el electorado. Además, se mantendría frente a la cartera de Salud y asumiría el puesto de vicecanciller en el ya varias veces reconformado gabinete de coalición de conservadores y liberales de Ángela Merkel. Al menos eso quiere la cúpula de su partido.
Tras varios reveses electorales en los comicios regionales de este año y fuertes presiones del partido, el ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle, anunció este fin de semana que no se lanzaría a la reelección como cabeza de los liberales. Westerwelle llegó a poner a disposición su cargo como jefe de la diplomacia germana, pero su partido acaba de anunciar que quiere sustituirlo como vicecanciller, pero mantenerlo en la cartera de Exteriores. No habrá más cambios en el gabinete, dijeron.
¿Quién es el nuevo candidato?
“A los 45 (años) habré terminado con la política, eso está claro para mí, pues la política cambia a la gente”, cita la revista Focus a quien podría convertirse en el más joven presidente del partido liberal alemán en todos los tiempos. Si cumple su promesa, a Rösler sólo le quedaría un período legislativo, hasta 2017.
Philipp Rösler pertenece –junto con el secretario general de los liberales, Christian Lindner, y el presidente de los liberales en el estado federado de Renania del Norte Westfalia, Daniel Bahr– a quienes quieren acercar el programa del partido a “las preocupaciones cotidianas de la gente”.
Para ello, Rösler tendrá que conformar su propio equipo. Al anunciar su candidatura, a para alejar los temores de los mayores del partido, insistió en que aspira a una “combinación de jóvenes y experimentados”. Además, resaltó su principal objetivo: reconquistar la credibilidad de la formación. Ello, por ejemplo, a fuerza de alejarse de un mito que muchos relacionan con el liderazgo de Westerwelle: el del partido “defensor de rebajas de impuestos” que beneficiarían fundamentalmente a ciudadanos de mayores ingresos.
¿Sin más cambios en el gabinete?
Si bien los anuncios de un “nuevo comienzo”, que incluye un “cambio generacional” –mencionados por propio Westerwelle en su renuncia– hacen temer a largo plazo a quienes peinan canas; parece que, también después del congreso liberal en mayo, el resto de los sus actores en la coalición de Gobierno de Ángela Merkel quedará en sus puestos.
El ministro de Economía, Rainer Brüderle, no se verá sustituido por Rösler, que llegó a ofrecerse para un cambio de cartera, de la de Salud a la de Economía, como condición para asumir la candidatura a jefe del FDP. El movimiento pareció probable luego de que Brüderle pusiera en duda la seriedad de la reacción del Ejecutivo alemán tras el accidente de Fukushima, en Japón –un tema sensible para la coalición de Merkel de cara a las elecciones regionales y el activismo antinuclear del electorado. Pero no ocurrirá, anunció el partido.
El futuro está por ver
La cúpula liberal reunida en Berlín quiere mantener a todos sus ministros en el gabinete. Eso sí, dentro del partido –que ya quedó fuera de los parlamentos regionales de Sajonia-Anhalt, Renania-Palatinado y Baden Würtemberg, con menos del 5 por ciento del electorado a su favor– se sigue discutiendo a puertas cerradas su renovación. Las reacciones de los socios mayores de la coalición gobernante, los democratacristianos de Ángela Merkel, frente a los cambios de personal que proponen los liberales, están también por ver.
Autora: Rosa Muñoz Lima (dpa)
Editor: José Ospina Valencia.