UE-EEUU: controvertida seguridad
21 de enero de 2010Un mes después del frustrado atentado en un avión con destino a Detroit y a pocas horas de un misterioso acontecimiento en el aeropuerto de Múnich, la Unión Europea y Estados Unidos suscribieron una declaración conjunta para reforzar la seguridad aérea y prevenir acciones terroristas de manera más eficaz.
A la firma del documento en Toledo -en el marco de una reunión informal de los ministros del Interior de la UE- asistió la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Janet Napolitano.
Que Al Qaida emplea a sus mejores cerebros para tratar de burlar los sistemas de seguridad, advirtió Napolitano al exhortar a todos los países a estar a la altura de esa amenaza. Ambas partes se comprometieron a intercambiar información que sirva para mejorar la detección precoz de terroristas y de explosivos tanto en los aeropuertos como a bordo de los propios aviones, utilizando también "tecnologías avanzadas".
Por su parte, los ministros de la UE se pronunciaron a favor de embarcar a más policías de civil en los vuelos europeos y de intensificar los controles a los pasajeros, por ejemplo facilitando a las autoridades los datos utilizados a la hora de hacer la reserva, tales como el número de teléfono o el de la tarjeta de crédito.
Desde hace ya varios años existe un registro sobre pasajeros (PNR), pero en Europa, al contrario de lo que sucede en Estados Unidos, no se utiliza. Así lo reconoció el ministro del Interior de España, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuyo país ejerce este semestre la presidencia semestral de la UE.
Aunque se trató al margen, el espinoso tema del uso de los escáneres corporales llama mucho la atención. Tanto Napolitano como Rubalcaba son de la opinión que pueden ser un instrumento útil en esta estrategia de seguridad. Sin embargo, enfatizaron, hay otros elementos -como el intercambio de datos sobre pasajeros- que serían igual de eficaces en la lucha contra el terrorismo.
A Estados Unidos le urge
La secretaria de Seguridad norteamericana reconoce que este renovado sentimiento de urgencia por definir nuevas medidas de seguridad surgió tras el fallido atentado del pasado 25 de diciembre en un vuelo a Detroit; en ese avión, resaltó Napolitano, viajaban 100 pasajeros no estadounidenses, procedentes de 17 países distintos. "Este es un problema que debemos abordar todos los mandatarios responsables del mundo. Al Qaida quiere perpetrar un atentado en alguno de nuestros aviones y nosotros tenemos que impedirlo", afirmó.
No obstante, para Pérez Rubalcaba, el debate sobre la posible implantación de escáneres corporales en Europa debe hacerse "sin prisa, pero sin pausa" y respetando un equilibrio entre la eficacia del sistema y la salud y privacidad de los ciudadanos. Para el comisario de Justicia, el francés Jacques Barrot no es necesario “obsesionarnos con este tema".
Conflicto a la vista
Claro queda que al respecto a este tema –al interior de la UE- el conflicto está programado. Algunos países presionan por la utilización del escáner, otros son más reservados al respecto. Hasta el momento, cada país puede decidirlo, algo que dado la libre movilidad en el espacio Schengen es un riesgo. Algunos Gobiernos –entre ellos el alemán- querrían introducir más pronto que tarde una regulación estándar. Pero la resistencia en las instituciones se hace sentir.
“Entre la dignidad humana y la necesidad de seguridad se trata de darle más valor a la dignidad humana. No tiene sentido que para pescar a uno se tenga que robarle la dignidad a millones de inocentes”, declaró Markus Ferber, parlamentario europeo del bloque conservador. Y al parecer como él opinan algunos.
¿El control omnipresente?
“¿Cómo sería la discusión si en cada estación de trenes, en cada centro comercial, en cada plaza se determinara el control de líquidos y el escáner corporal? En ese momento quedaría claro cuán absurdo es todo este procedimiento. Y que lo verdaderamente importante para la seguridad es el personal, el intercambio de información y la observación”, opinó por su parte la alemana Birgit Sippel, parlamentaria europea por el bloque socialista.
Aun cuando los ministros de Interior del club europeo estuviesen de acuerdo con su colega Napolitano, en la misma Comisión Europea esta nueva fiebre de seguridad no es vista con buenos ojos por todos. Así, la luxemburguesa Viviane Reding, designada comisaria de Justicia, Ciudadanía y Derechos Humanos, enfatizó: “La necesidad de seguridad no puede justificar todo ataque a los derechos individuales”
MB/dpa/ebs
Editor: Enrique López