Sus cambios son parte de su cultura
8 de diciembre de 2010Los rastros de la larga historia de Essen pueden pasar inadvertidos si se la visita por primera vez y se arranca con un recorrido por el centro. Y es que, el corazón de la ciudad quedó reducido a escombros tras ser bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial. Situada en la populosa cuenca del Ruhr y habitada por 600.000 almas, es una de las diez urbes más grandes del país. Essen brindó espacio para experimentos arquitectónicos en los años sesenta y setenta, muchos de los cuales siguen dominando hoy sus calles y avenidas.
Un milenio de poder femenino
Las primeras impresiones engañan. Essen cuenta todavía con valiosos monumentos que narran episodios importantes de su pasado. En el centro, la catedral, antigua iglesia de la Abadía de Essen está algo oculta entre las tiendas y los restaurantes de comida rápida, pero no muy lejos de la estación de trenes principal. Desde allí, generaciones y generaciones de mujeres –las abadesas– dirigieron durante casi mil años el destino de la ciudad. El tesoro de la catedral se encuentra entre las colecciones de arte sacro más importantes de Alemania.
Ciudad minera por excelencia
Essen le debe su fama a la Montanindustrie, un término muy antiguo que más tarde fue sustituido por el de Bergbau y que significa "obra en la montaña". La minería tiene una tradición de siglos en esta región; el temprano descubrimiento y la explotación de sus reservas de carbón convirtieron a Essen en la ciudad minera más grande de Europa.
Para bien y para mal, la vida de esta urbe está marcada por su pasado minero. La paralización de la industria del carbón trajo consigo desempleo y angustia, pero también dejó libres gigantescos espacios que ahora han sido ocupados por una escena artística vibrante: una de las minas inactivas, la "Zeche Zollverein", fue convertida en museo, ha sido asumida como emblema de la región del Ruhr y fue nombrada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001. Alrededor de esta mina, apodada "la Torre Eiffel del Ruhr", giran numerosos espectáculos culturales –conciertos, obras de teatro, shows humorísticos, fiestas– que atraen a unas 800.000 personas anualmente.
Un barrio entero para la universidad
La Villa Hügel también ocupa un lugar en la historia de la ciudad. Con un extenso parque por jardín, esta residencia de porte palaciego y 220 habitaciones perteneció a la dinastía de empresarios industriales Krupp. Sus recintos sirven de escenografía para conciertos de cámara y exposiciones, enriqueciendo por sí la amplia oferta cultural de Essen: cualquier día de la semana los amantes del teatro, la ópera y las actuaciones musicales pueden elegir entre visitar el Teatro Grillo, la Filarmónica de Essen o el Teatro Ópera Aalto, bautizado en honor al arquitecto finlandés Alvar Aalto.
En el primer semestre del período 2008/09, 30.000 estudiantes se hayan matriculados en la Universidad de Duisburgo-Essen, que se creó al fusionar las escuelas superiores unificadas de ambas ciudades en 2003. En el norte de Essen se está construyendo un vecindario entero para sus alumnos: el barrio universitario – lo cual es una buena noticia para esta urbe. Y es que Essen se rejuvenece con los estudiantes.
Autor: Svenja Üing /RM
Editor: José Ospina-Valencia