Espejito, espejito, ¿quién es el político más hermoso?
19 de enero de 2004El ex-canciller Konrad Adenauer fue bautizado por el Vox Populi, como ‘el viejo’. Al fin y al cabo el primer canciller alemán de la post-guerra llevaba con dignidad su avanzada edad y nunca hubiera pensado en estirarse la cara como un recurso para mejorar su popularidad. Desde entonces los tiempos han cambiado. Actualmente el aspecto físico de los políticos es parte integral de las campañas y asesorías de imagen y en ella figuran no sólo la retórica y el traje a la medida. En una era mediática y global en la que los mandatarios cuidan tanto su imagen como las estrellas del cine y del Jet Set, el bisturí se convierte de vez en cuando en herramienta para la supervivencia política.
Berlusconi más bajito sin tacones
No podía estar más consciente de esta máxima el mogul de la televisión italiana y Primer Ministro, Silvio Berlusconi, quien durante las pasadas vacaciones navideñas se sometió a una intervención quirúrgica para preservar su natural fotogenia. Se le hizo una pequeña corrección de las bolsas bajo los ojos, citó el diario italiano ‘La Stampa’. La oficina del Primer Ministro se apresuró a desmentir la noticia. Sin embargo su amigo y médico, Umberto Scapagnini, dió más detalles del programa de rejuvenecimiento al que se sometió el jefe de gobierno italiano. “Lo pusieron a dieta y le ordenaron una rutina de ejercicio". Tras el sonado fracaso para adoptar una Constitución europea, Berlusconi, entonces presidente en turno de la Comisión, fue criticado por sus negociaciones somnolientas y sus numerosas ‘intervenciones quirúrgicas’ a la constitución italiana para salvaguardar sus intereses. Berlusconi, en suma, se encontraba desde hace mucho ‘fuera de forma’.
Según Scapagnini, la imagen de los políticos es hoy en día el fundamento de la política. Y si es necesario recurrir a la ayuda del cirujano, hay que hacerlo. Berlusconi de 67 años y una figura algo más baja que el promedio europeo también usa unos ligeros y discretos tacones que lo ayudan a parecer algo más alto del 1,70 de estatura que tiene. Los caricaturistas se burlan de él dibujándolo como un enano, alguna vez Berlusconi se defendió diciendo que por lo menos podía ver a los ojos a Javier Solana, Comisionado europeo del Exterior.
Chirac y sus problemas de oído
Pero Berlusconi no es el único que echa mano de cualquier cosa que le ayude a mejorar su imagen, ni en Europa ni más allá de sus fronteras. Tan sólo hay que ver el eterno bronceado de Jacques Chirac. Cuando se rumoraba que usaba regularmente un aparato auditivo, sonaron las alarmas en el Palacio del Elíseo. Sus portavoces de prensa se apresuraron a explicar que el presidente tan sólo había probado uno.
Más fuerte ha sido la contraofensiva del canciller alemán Gerhard Schröder para acallar los rumores sobre la coloración de su cabello. Ni las declaraciones de su cuarta y actual esposa, Doris, quien aseguraba que el color de pelo de su marido era natural, saciaron la curiosidad de la prensa. El orgulloso político socialdemócrata decidió zanjar el problema de raíz acusando a una agencia alemana de prensa de difamación. Nunca se ha podido comprobar nada, pero es inevitable preguntarse cual será el secreto de Schröder, quien cumple 60 años en abril, para conservar esa envidiable melena oscura.
El jefe de la diplomacia alemana, Joschka Fischer ha recurrido a métodos más saludables. Bajó 20 kilos de peso en un santiamén corriendo diez kilómetros diarios. Últimamente el excesivo trabajo le ha costado unos kilitos de más, pero Fischer es combativo y asegura que la carrera hacia sí mismo no ha terminado. También el presidente de gobierno español, José María Aznar, quien esconde tras el bigote una cicatriz en el labio superior, recurre a métodos naturales para mantener su figura, no fuma y se cuida la línea comiendo con mesura. El diario español El Mundo afirma que Aznar callado suele estar más guapo y sabe de planes de belleza cuando dice: “Os quiero a todos hablando de cosas serias y no de planes de belleza en siete días”.
Todo se cansa, excepto la lengua
El presidente ucraniano Leonid Kutschma, se hizo retirar unas pesadas bolsas bajo los ojos y no hizo ningún secreto del asunto. Tal vez esa actitud abierta acalló de antemano las especulaciones, pues nadie se escapa de los dardos de la prensa sensacionalista que celebra cualquier rumor, más aún tratándose de la clase política. En la República Checa, el jefe de gobierno Vladimir Spidla tuvo que intervenir para acallar un culebrón en torno a su Ministra de Educación, Petra Buzkova, quien supuestamente se había hecho una reducción de senos.
“Todos los órganos humanos se cansan algún día, todos excepto la lengua”, solía decir el canciller alemán Konrad Adenauer. El político renano fue electo jefe de gobierno en 1949 cuando contaba con la respetable edad de 63 años. Ejerció el cargo durante 14 años y nunca se hizo un lifting facial.