Escándalo del automóvil: más derechos para los clientes
26 de julio de 2017Quizá esta vez tenga suerte: el ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, ha extraído de un cajón un documento que ya había ordenado preparar hace tiempo. Ya entonces, antes de que comenzara el escándalo de las emisiones de diésel, quería lograr que los compradores de automóviles lograran imponer sus derechos de forma rápida y simple. Eso sería posible a través de una ley modelo de proceso según la cual no pleitearía cada afectado por separado, sino una asociación en nombre de muchos. Anteriormente, el ministro de Transporte, Alexander Dobrindt, le había obstaculizado el camino. Tras las denuncias de cártel contra cinco empresas automovilísticas alemanas, Mass ve ahora abrirse una nueva posibilidad.
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"En la Justicia necesitamos mejores instrumentos para que los consumidores puedan hacer valer sus derechos antes los grandes gruposde forma simple y rápida", dijo Maas en declaraciones al diario Handelsblatt. El ministrose imagina un registro electrónico de demandas en el que los afectados pueden demandar en grupo de forma "simple". Si se determina que se ha infringido la ley, dichos consumidores pueden hacer valer sus reclamaciones para ser indemnizados y entonces "las cuestiones más relevantes ha sido aclaradas de forma vinculante", añadió Maas. Es difícil pronosticar qué sucederá con el nuevo proyecto de leyEn este periodo legislativo ya no pasará nada", se dice en su ministerio.
Dobrindt sigue en la crítica por los escándalos de la industria automotriz
El ministro de Justicia responsabiliza a los socios de la coalición, CDU y CSU, de que su borrador de 2016 no se convirtiera en ley, pero sobre todo al ministro de Transportes, Dobrindt. Este, a su vez, está viviendo otro día de duras críticas por parte de sus colegas por su pasiva actuación, tras darse a conocer las nuevas acusaciones de la industria automotriz. Winfried Kretschmann, ministro-presidente de Baden-Württemberg, criticó en la cadena pública ARD: "Yo me hubiera encargado del tema antes y no cuando la crisis está en todo su apogeo".
En estos días, en el Ministerio de Transporte se hace con frecuencia referencia a la reunión sobre el tema diésel de la próxima semana. Allí quieren hablar representantes de alto rango de la política y la industria sobre las posibles opciones para reducir las emisiones nocivas. Kretschmann también acudirá a la cita y tendrá la oportunidad de expresar su malestar y de preguntar directamente a Dobrindt. Y es que con seguridad se tratará el tema sobre la sospecha de que grandes partes de la industria automovilística alemana habrían acordado pactos ilegales con el fin de engañar a clientes, proveedores y autoridades.
Motores de combustión, cada vez menos populares en Europa
Entretanto, la situación es cada vez más complicada para los fabricantes de autos que no se han despedido aún de los motores de combustión- Para ellos, podría ser que pronto se quedarán sin mercados. Tras las iniciativas en Francia y Noruega, Gran Bretaña amenaza ahora con la prohibición de vehículos con la tecnología de combustión. A partir de 2040, como citó la cadena BBC al Gobierno británico, no se autorizarán más autos ni diésel ni de gasolina. En Alemania también se escucha ese tipo de exigencias.
En Berlín, el Gobierno no se muestra tan dispuesto al cambio. "La canciller dice que no hay que demonizar el diésel", subrayó una portavoz de Angela Merkel. En el Ministerio de Transporte están convencidos de que la rápida transición hacia autos eléctricos no es necesariamente útil. "No hemos ganado nada si los coches que circulan obtienen su energía de centrales de carbón", advirtió un portavoz.
Heiner Kiesel (RMR/ER)