¿Escuchas en los procesos de asilo?
22 de noviembre de 2013La validez de las solicitudes de asilo político en Alemania han de ser probadas por la Oficina Federal de Migración y Refugiados. Entre otras cosas, se pregunta sobre las condiciones en su lugar de origen y sobre la alegada persecución política. Pero también sobre su llegada a Alemania para saber si han entrado en contacto con redes criminales o si han estado en otros países europeos antes.
Frecuentemente, también interviene una institución alemana poco conocida: la Oficina de Interrogatorios de Berlín (HBW). Dicho cuerpo está bajo la las ordenes de la cancillería y desde 1958, recopila información para la seguridad den Alemania.
Según información de la cadena NDR y el periódico Sueddeusche Zeitung, esta oficina habría espiado a solicitantes de asilo para investigar contactos en su país de origen relativos a terroristas o armas. Una información que los servicios secretos podrían usar para capturar terroristas o incluso para ataques dirigidos a través de drones.
Juego peligroso
Muchos abogados especializados conocen esa institución. Pero… ¿también conocen su conexión con los servicios secretos? Victor Pfaff trabaja en Fráncfort desde hace más de 40 años como abogado para solicitantes de asilo y ya ha hablado alguna vez con la HBW. Son amables y abiertos. Incluso intercambian tarjetas de presentación. “No es necesario esconderse tras un servicio secreto”, dice Pfaff. Según su información y aunque no pueda demostrarlo, no tienen nada que ver con los servicios secretos alemanes (BND). Y la oficina está al mando de la cancillería. Aunque en Wikipedia se diga que está bajo el mando del BND.
Durante 40 años de servicio, ningún cliente de los interrogatorios se ha quejado sobre la supuesta en conexión con los servicios secretos, dice Pfaff. Al contrario. Victor Pfaff ha recurrido a la Oficina de Interrogatorios para acelerar procesos de asilo. Si sus clientes pueden aportar información útil, los permisos de estancia o pasaportes llegan en pocos días.
Un acuerdo legítimo que sólo ocurre ocasionalmente, dice Pfaff: “El problema sería si los servicios secretos tuviesen acceso a los interrogatorios para asilo y compartiesen información con otros países”. Los solicitantes de asilo serían tratados y utilizados como objetos. Aunque Pfaff no lo haya vivido, ha escuchado casos similares y cree que podría ser peligroso. Los terroristas podrían optar por algún tipo de venganza contra a los delatores.
¿Intento de espionaje?
Claus-Ulrich Prölß dirige el Consejo de Refugiados en Colonia, un puesto de asesoría comprometido con los refugiados. Prölß habla de casos de interrogatorios directos por parte de los servicios secretos. “Algunos esperan reducir la espera para el proceso de asilo. Otros no saben de qué se trata y tienen miedo”. Al igual que el abogado Pfaff, cree que existe una conexión entre la Oficina de Migración y la Oficina de Interrogatorios. Porque después de los procesos de asilo, muchas veces aparecen otros funcionarios que hacen preguntas típicas de los servicios secretos.
Prölß sugiere no aceptar: „Después del escándalo de la NSA tenemos que considerar que la información se comparte”. El director de la oficina de Colonia no cree que exista una protección para que dichos informes permanezcan en Alemania. Zaza Koschuaschwili, abogado especializado en derecho de asilo, también advierte de interrogatorios que no tienen relación con el proceso de asilo. Incluso la calidad de los intérpretes es cuestionable. “A veces los intérpretes aportan opiniones propias en las declaraciones. Los clientes se quejan de que no habían dicho eso”. Nacido en Georgia, Koschuaswili podría ayudar a sus clientes con sus conocimientos de idiomas y derecho. Pero en cuanto interviene la Oficina de Interrogatorios, pocas veces se permite la asistencia de abogados.