¿Un Estado viable?
11 de noviembre de 2011Cuando, en septiembre de 2011, Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Nacional Palestina, solicitó el ingreso del Estado Palestino en las Naciones Unidas, muchos palestinos se alegraron. Su presidente, al que durante mucho tiempo consideraron indeciso e inseguro, pasaba a la ofensiva, y posponía por tiempo indeterminado las negociaciones con Israel. En años pasados, las conversaciones de paz con los israelíes, de cualquier forma, no habían conducido a resultado alguno.
Pero con su solicitud Mahmud Abbas no sólo cosechó simpatías. Hoy por hoy no es en absoluto seguro que la mayoría en el Consejo de Seguridad de la ONU se pronuncie a favor de un Estado Palestino.
Francia y Gran Bretaña ya anunciaron que no aprobarán la solicitud, y también otros países mostraron reticencias o están abiertamente contra un ingreso ahora, como EE. UU., por una parte, como muestra de solidaridad con Israel, y, por otra, por motivos políticos. Pero aún si las Naciones Unidas aprobaran el ingreso de un Estado Palestino a la comunidad de naciones, ese nuevo país se enfrentaría seguramente a serios problemas. Por ejemplo, a la atomización de sus territorios y a una economía debilitada. Asimismo, el Gobierno israelí no parece estar verdaderamente interesado en la existencia de un Estado Palestino estable.
Rechazo de colonos a un Estado Palestino
“Para que exista Estado Palestino realmente capaz de sobrevivir se debe dar marcha atrás a la política de asentamientos de Israel”, dice Moshe Zimmermann, director del Instituto de Historia Alemana en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Para ello se deberían demoler los asentamientos, o sus habitantes deberían convertirse en ciudadanos palestinos, opina el historiador. Pero los colonos israelíes no quieren ni una cosa ni la otra. La mayoría está, de hecho, en contra de la creación de un Estado Palestino.
Moshe Zimmermann considera que la situación es problemática, también desde el punto de vista económico. La ocupación israelí ha dado por resultado que no se realicen inversiones y que haya aumentado el desempleo. Suleiman Abu Dayyeh, de la Fundación Friedrich Ebert en Jerusalén, lo expresa con mayor claridad aún: “En lo puramente económico, un Estado Palestino no tendría actualmente posibilidades de supervivencia”, subraya.
La economía palestina ya tiene que luchar con el obstáculo que representa que las fronteras con Egipto y Jordania estén en manos israelíes. “Palestina no dispone de un aeropuerto, y no hay calles ni conexiones de ferrocarril hacia los países vecinos”, explica Abu Dayyeh. El experto está convencido de que un Estado Palestino podría lograr más independencia al desarrollar el comercio, el tránsito de bienes, el turismo, la industria ligera y la agricultura, si esos obstáculos desaparecieran.
Ocupación israelí, un obstáculo para la economía palestina
Moshe Zimmermann también cree que es posible superar los problemas de la economía palestina. Si bien existe un desequilibrio económico entre Israel y los territorios palestinos, eso no significa que ambos Estados no puedan cooperar entre sí. De hecho, ya existen cooperaciones entre ambos países. “Eso es algo que se puede intensificar más para lograr la viabilidad de un Estado Palestino”, dice Moshe Zimmermann.
La situación de los refugiados palestinos no representa un problema para el historiador. Si fuese por él, podría regresar quien así lo quisiera. “Por supuesto que es algo difícil”, dice, “pero es posible.” Zimmermann no cree que los millones de palestinos dispersos por el mundo se decidan a regresar a Israel o al Estado Palestino. Según él, muchos de ellos ya se han acostumbrado a vivir en otro país, ya sea en Baráin, Canadá o Jordania.
Solución biestatal no es aceptada por todos
Para Moshe Zimmermann, el gran obstáculo está, sin embargo, en el Gobierno israelí, ya que el presidente de Israel, Benjamín Netanyahu, y su ministro de Exteriores, Avigdor Liebermann, no están interesados en que exista un Estado Palestino. “En Israel hay un grupo marcadamente de derecha para el cual todo el territorio palestino es una parte del Estado de Israel”, señala Zimmermann.
Ese grupo rechaza la fundación de un Estado Palestino. “Pero el Gobierno israelí no puede decirlo abiertamente porque se ha comprometido a aceptar la solución de dos Estados”, opina el experto. Es por eso que hay una gran diferencia entre lo que dice el Gobierno de Israel y lo que verdaderamente hace. Es decir, entre los esfuerzos por hallar una solución al conflicto y la continuación de su política de ocupación de los territorios palestinos.
Autora: Anne Allmeling/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz