"Es difícil alcanzar un mundo sin drogas"
7 de abril de 2016Deutsche Welle: Una de las principales conclusiones del estudio de drogas del Centro Federal de Educación para la Salud ha demostrado que nunca antes tan pocos jóvenes han fumado como el pasado año. Incluso el consumo regular de alcohol entre los jóvenes ha disminuido. ¿Cómo se explica este avance?
Marlene Mortler: Atribuyo este éxito al hecho de que los jóvenes están diciendo: Fumar ya no es parte de mi estilo de vida. Pero especialmente lo dicen porque hemos realizado una gran cantidad de trabajo de prevención en las últimas décadas con la gran ayuda del Centro Federal de Educación Sanitaria. Aquí hemos llegado a escuelas, a niños y a grupos en edad adecuada. Es una confirmación de nuestro buen trabajo de prevención. Yo lo veo como un incentivo para continuar haciendo este trabajo de prevención.
Sin embargo, el estudio también demuestra que la droga ilegal preferida es el cannabis. Uno de cada tres adultos jóvenes ha tenido experiencia con esta droga. ¿Demuestra esto quizás que los logros en el consumo de alcohol y tabaco se deben más a una política de salud eficiente y enfocada que a una mera prohibición?
Si solo trasladamos el consumo de cannabis al ámbito del derecho penal no seríamos justos con la realidad. El cannabis no es una droga inofensiva. La cantidad de debates de los que hemos sido testigos en los últimos meses sobre la legalización ayuda probablemente también a que se piense: “Bueno - no puede ser todo tan malo." Mi posición es clara: yo tengo la salud de los jóvenes bajo la mira y quiero hacer hincapié en que mientras las personas empiecen más jóvenes con el consumo, mayor es la probabilidad de que tengan daños en su salud - algunos temporalmente, otros para toda la vida.
Ahora bien, a pesar de la persecución penal, las personas siguen recurriendo a las drogas y estas también siguen estando disponibles. ¿Cómo se explica esto?
Yo puedo argumentar diciendo que hay un número mucho mayor de personas jóvenes que no utilizan el cannabis, porque está prohibido. Incluso eso queda siempre claro en las conversaciones que tenemos. En segundo lugar: ningún país en Europa sigue utilizando los organismos de orden público de forma masiva contra los consumidores. Por un lado, tenemos en el mundo países que mantienen la pena capital, así se trate de cantidades pequeñas o muy pequeñas de drogas ilegales. En Alemania, y también en Europa, tenemos una amplia gama de otras opciones: apoyo o terapia en lugar de castigo. Por eso insto a no banalizar el tema del cannabis.
El 19 de abril, tiene lugar en Nueva York una sesión especial de la Asamblea General de la ONU para discutir la problemática mundial de las drogas. La iniciativa de esta sesión especial provino de países de América Latina que han sido especialmente afectados por décadas con las consecuencias de la "guerra contra las drogas", como violencia masiva, corrupción masiva, prisiones desbordadas. ¿Con qué postura llega Alemania a Nueva York?
Tenemos una posición muy clara, que fue acordada dentro de Europa. Allí estarán presentes una gran cantidad de delegaciones de gobiernos de todo el mundo. La gran incógnita es ahora: ¿Cómo podemos conciliar las diferentes posturas? Nuestro enfoque es que lo primero es la prevención y es un pilar muy importante en el contexto del uso de drogas. Para nosotros es importante ver la realidad como es: en 1998 hablábamos de un “mundo sin drogas”. Este objetivo es noble, pero es difícil de lograr. Por lo tanto, nuestra prioridad absoluta es la salud de la persona, no el castigo.