Erdogan en apuros por conversaciones telefónicas
27 de febrero de 2014Las supuestas grabaciones telefónicas tuvieron 1,2 millones de visitas en Internet tan solo doce horas después de haber sido publicadas. En las redes sociales, los usuarios mostraban su descontento: “Una vergüenza”, “la tensión política alcanza cotas máximas o “¿no iba a entrar Turquía en la Unión Europea?… Reacciones como estas se divulgaban a través de Twitter o Facebook, pero la cuestión más importante seguía sin respuesta. Como tuiteaba una usuaria: “¿Alguien puede verificar si el asunto Erdogan es verdad?
En las conversaciones, que al parecer tuvieron lugar entre el 17 y el 18 de diciembre, Erdogan pide supuestamente a su hijo que esconda millones de dólares y euros. Ese día también se dio a conocer un escándalo de corrupción que implicaba la élite política y económica de Turquía, relacionado con sobornos, comercio ilegal de oro con Irán y proyectos inmobiliarios ilegales. Tanto políticos de alto nivel como magnates e hijos de ministros fueron detenidos.
Cese del gobierno
Ante las acusaciones, el Gobierno reaccionó rápidamente con un comunicado de prensa indicando: “¡La supuestas grabaciones entre Erdogan y su hijo son producto de un complot inmoral y son absolutamente falsas”.
Desde la oposición, el Partido Republicano (CHP) exigió la dimisión del Primer Ministro: “Es inaceptable que alguien envuelto en esas sucias prácticas siga gobernando Turquía. Este Gobierno ya ha perdido completamente su legitimidad”, declaraba el portavoz del partido, Haluk Koc, en el periódico turco Hürriyet. También el Partido Nacionalista (MHP) se sumó a las críticas: si esas conversaciones son verdaderas y no se ha añadido nada habría que dudar de la moral y la credibilidad del Primer Ministro, opinaba el presidente del MHP Devlet Bahceli.
Erdogan contra un Estado paralelo.
Desde el comienzo de los escándalos de corrupción a mitad de diciembre las críticas han ido aumentando debido a proyectos de ley y medidas dirigidas a reformar la justicia. Erdogan permitió el despido o desplazamiento de jueces de alto rango, fiscales y policías y los críticos interpretaron estas acciones como una respuesta de Erdogan a las intervenciones policiales en los escándalos de corrupción. Por su parte, el primer ministro turco reiteraba continuamente la existencia de un Estado paralelo, también llamado “Estado profundo”, controlado por Fethullah Gülen, un predicador islámico residente en Estados Unidos. Antiguo aliado de Erdogan, en los últimos años Gülen ha visto aumentar la influencia de su movimiento entre la policía y la justicia. Por eso, críticos apuntan a que el intento de Erdogan de reformar la justicia habría sido una herramienta para bloquear la influencia de Gülen en el aparato estatal.
El experto en política turca Can Paker, antiguo consultor del CHP, se pregunta quién fue responsable de las supuestas grabaciones de Erdogan y si el material es auténtico. “Tanto los partidarios de Gülen como los de Erdogan tienen grabaciones de conversaciones del contrario. Las conservan como munición y las publican en lapsos de tiempo determinados para aprovecharse de ellas”, comenta Paker a DW. Esta lucha de poder sería la razón para publicar tanto material en Internet.
Erdogan no dimitirá
También el politólogo y columnista Cengiz Aktar afirma que la veracidad de las grabaciones todavía no está confirmada. “Si son reales, serían parte de las investigaciones sobre corrupción. Pero estas grabaciones son distintas a acusaciones anteriores. Esta vez la oposición exige la dimisión. Esta crisis cobra así una dimensión completamente nueva”, comentó Aktar a DW. Pero a pesar de eso, según el experto será difícil que Erdogan dimita: “En el escenario político de Turquía no hay tradición para una dimisión así. Nadie puede obligar a Erdogan a dimitir. No dará un paso atrás”, finaliza Aktar.