Entrenadores van, entrenadores vienen

La renuncia más reciente, por ahora, es la de Ricardo La Volpe, el entrenador de origen argentino que dirigió a la selección mexicana, derrotada precisamente por los gauchos. Él mismo se pronunció en contra de prolongar su trabajo en México, indicando que quería asumir un cargo similar en Europa. Pero quizás todo resulte diferente. Inmediatamente después de perder por 1 a dos contra Argentina en el alargue, el controvertido fumador empedernido todavía declaraba su intención de seguir entrenando a los mexicanos.

Renuncias en serie

Poco antes que La Volpe había presentado su dimisión el seleccionador de Costa Rica, Alexandres Guimaraes. Pese a tener un contrato hasta 2010, el técnico de origen brasileño renunció a proseguir su labor, temiendo por la seguridad de su familia ante las amenazas recibidas.

Sven-Göran Eriksson, hasta ahora entrenador de Inglaterra, no tiene problemas de esa índole. No obstante, nadie derramará una lágrima por él cuando entregue, según lo previsto, el mando de la selección inglesa al dirigente del FC Middlesbrough, Steve McClaren. Entretanto se baraja el nombre de Eriksson como posible futuro entrenador del Real Madrid. Pero, en realidad, prácticamente no hay nombre que no se mencione en ese contexto.

También Pawel Janas, de Polonia, ofreció su renuncia, adelantándose al hecho de que seguramente se la iban a exigir tras la penosa eliminación de su equipo en la primera vuelta del Mundial de Alemania. En el caso de la selección de Serbia y Montenegro, llegó a su fin la era de Ilija Petkovic, quien dimitió después de tres años en el cargo. Entre los posibles candidatos a sucederlo se cuentan, por ahora, el técnico de Ghana, Ratomir Dujkovic, y el antiguo astro del fútbol holandés Ruud Gullit, al igual que Sinisa Mihajlovic, quien recientemente colgó sus botas de fútbol.

Maradona al acecho

José Pekerman, el entrenador argentino, también renunció tras haber sido eliminado del Mundial 2006 por la propia Alemania. Sin embargo, tanto la federación como los aficionados intentan inducirlo a reconsiderar tal decisión. Cierto es que Diego Armando Maradona, a quien se vio durante el torneo alentando a su equipo desde la tribuna, se muestra dispuesto a asumir el cargo. Pero da la impresión de que esa postulación difícilmente llegará prosperar. Los que definitivamente no continuarán en funciones son el seleccionador de Costa de Marfil, Hernri Michel, quien asumirá la conducción de un club en Qatar; el de Australia, Guus Hiddink, que se trasladará a Rusia; el de Japón, Zico, que sucederá a Christoph Daum en el Fernebahce; y el de corea del Sur, Dick Advocaat, quien pasará a entrenar al Zenit de San Petersburgo.

De acuerdo con lo que se sabe hasta el momento, sólo permanecerán en sus puestos Marco van Basten (Holanda), Luis Oliveira Gancalves (Angola), Karel Brückner (República Checa), Jakob "Köbi" Kuhn (Suiza), Luis Aragonés (España), Oleg Blochin (Ucrania), Roger Lemerre (Túnez) y Marcos Paqueta (Arabia Saudita).

Cara de póquer

Los interrogantes permanecen abiertos, en cambio, en lo que respecta al futuro de los cuatro semifinalistas. Tras la derrota de Alemania frente a Italia, Jürgen Klinsmann solicitó un tiempo para pensar lo que hará. Por su parte, el triunfante entrenador italiano, Marcelo Lippi, había insinuado antes del Mundial que no quería continuar en el cargo, por motivos personales. Ahora, sin embargo, indicó que la decisión definitiva la tomará después de la final contra Francia.

Muy solicitado está siendo aún Luiz Felipe Scolari, a quien los portugueses desearían conservar como seleccionador nacional. Al brasileño, que en el Mundial 2002 condujo a su país natal a ganar la Copa, se le ha ofrecido un contrato hasta el 2008, pero él apuesta alto en esta partida de póquer. Por último tenemos el caso de Raymond Domenech, que durante mucho tiempo fue agriamente criticado en Francia pero ahora ha acallado a sus detractores al conseguir llegar a la final de Alemania 2006.

El próximo puesto vacante de entrenador bien podría ser el de la selección brasileña. Carlos Alberto Parreira no renunció oficialmente tras la eliminación del pentacampeón, pero su alejamiento de la banca carioca parece ser sólo cuestión de tiempo.