Entre crisis política e incertidumbre económica
29 de junio de 2005
El crecimiento de Bolivia, Ecuador y Perú ha sido en promedio de 4% en los últimos tres años. No obstante los ingresos que proceden de recursos natrales, como el petróleo o el gas. se quedan en manos de pocos y no alcanzan a los estratos más amplios de la sociedad. Por el contrario, la brecha entre ricos y pobres crece.
El DBLA apunta que este es el motivo de una serie de conflictos sociales que hacen difícil el fortalecimiento de estas democracias jóvenes e inexpertas y por lo tanto inestables. Estos elementos comunes a los países citados reflejan una debilidad institucional y fragilidad política, que alcanzan hasta la presidencia de los países, como se ha visto en los casos de Ecuador y de Bolivia.
Este banco alemán dedicado exclusivamente al negocio latinoamericano, se muestra preocupado ante la estructura económica de estaos países. Por un lado, el crecimiento económico refleja un buen comportamiento del sector exportador. Pero por otro, el DBLA indica que no se ha diversificado la composición de las ventas internacionales, que en gran medida se limitan en productos primarios cuyos precios pueden cambiar de manera abrupta, y así también los ingresos que los países perciban.
La inestabilidad política….
Bolivia representa el caso más reciente de inestabilidad política que podría incluso debilitar el proceso democrático, advierte el DBLA. El centro del debate lo acapara la regulación de la distribución de los ingresos de la explotación de los hidrocarburos. Ante un diálogo político paralizado, el futuro inmediato se presenta incierto.
Preocupante, aunque menos grave, se presenta el Ecuador. Allí sigue pendiente el fortalecimiento del proceso democrático luego de que el Presidente Lucio Gutiérrez tuviera que abandonar el país.
Tampoco Perú se salva de la inestabilidad institucional, aunque el Presidente Alejandro Toledo se mantenga en el cargo. Existen retos en dos frentes. El primero es consolidar el proceso democrático luego de la fase autoritaria bajo Alberto Fujimori. En un nivel paralelo, Toledo debe superar la debilidad política que supone el peor nivel de aceptación de América Latina (10%), en gran medida debidas a las acusaciones de corrupción en su contra.
…genera incertidumbre económica
La fragilidad democrática en Bolivia tiene un reflejo inmediato en sus perspectivas económicas. Aquí surgen interrogantes y el riesgo de un círculo vicioso: la ausencia de reformas económicas está ahuyentando a inversores internacionales, frena el crecimiento y esto agudiza la crisis social, dice el DBLA
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Ecuador ejemplifica el problema de un buen desempeño macroeconómico, gracias a los ingresos extraordinarios por ele elevado precio del petróleo. Pero al mismo tiempo es notable la ausencia de que estos beneficios se transmitan, reflejo de una estructura muy desigual de la distribución del ingreso. Con su elevada dependencia del petróleo y de las remesas de la diáspora, el futuro económico a largo medio plazo se presenta difícil de predecir.
La debilidad institucional peruana contrasta con su éxito en el frente económico, donde ha crecido en promedio al ritmo de 5% en los últimos tres años. El motor han sido las exportaciones y las inversiones privadas, al amparo de una baja tasa de inflación. No obstante el DBLA señala que también este país sufre del modesto impacto del crecimiento en el mercado laboral con un aumento del paro. También para el Perú la realidad político hipoteca el futuro económico.
A pesar de la preocupación que genera la realidad política y económica en esta región americana, el DBLA no pierde la esperanza. Las claves destacadas son la consolidación democrática y el fortalecimiento institucional, así como las reformas para que las cifras macroeconómicas se traduzcan en una realidad palpable para la mayoría.
La teoría está clara, pero la realidad recuerda las dificultades La aprobación de la democracia como sistema político ha descendido de manera alarmante entre la población andina: de un 60% en 1996, a 45% en 2004.