El Salvador es conocido por sus volcanes. La ardiente lava borbotea bajo la superficie terrestre. Y de eso precisamente saca provecho El Salvador: en las centrales geotérmicas, el agua se bombea a una profundidad de 1.200 metros, hasta llegar a las calientes capas terrestres. Posteriormente, el vapor de agua circula de nuevo hacia arriba, impulsando las turbinas que producirán la energía. El país genera de esta manera alrededor de una cuarta parte de su demanda de electricidad. Además, de forma totalmente ecológica. Un proyecto piloto pretende demostrar que es posible avanzar todavía más en el desarrollo de esta tecnología. Los ingenieros quieren implantar la geotermia también a pequeña escala. Por ejemplo, en pequeñas empresas con un elevado consumo de electricidad. Un reportaje de Manuel Özcerkes