Francia: la ultraderecha va en ascenso
9 de marzo de 2011El paso de los días no ha atenuado la conmoción que una encuesta causó dentro y fuera de Francia el pasado 6 de marzo: un sondeo de opinión llevado a cabo por la empresa Harris Interactive para la edición dominical del diario Le Parisien apunta a que la presidenta del partido galo de extrema derecha Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, ganaría las elecciones presidenciales en la primera vuelta si la votación tuviera lugar esta semana.
Aunque Le Parisien es percibido como un periódico sensacionalista y la encuesta ha sido cuestionada en algunos sectores por haberse realizado vía Internet, sus resultados no han sido desestimados por la clase política: según el sondeo, Le Pen se alzaría con el 23 por ciento de los votos, dejando atrás a la jefa del partido socialista, Martine Aubry, y al actual presidente francés, Nicolas Sarkozy, con un 21 por ciento para cada uno.
Pese a que el medio parisino no mencionó el margen de error del sondeo en cuestión –realizado del 28 de febrero al 3 de marzo entre 1.618 personas mayores de edad–, Marine Le Pen ha admitido sentirse alentada por sus pronósticos. “Esta encuesta me hace creer que Sarkozy perderá los próximos comicios presidenciales”, dijo la política de 42 años que sucedió a su padre, Jean Marie, en la jefatura del partido FN el 16 de enero.
El apogeo de la ultraderecha
Le Pen se presentó ante el partido de ultraderecha como aglutinadora de quienes defienden el fortalecimiento del Estado en Francia, señalando a la globalización, a las castas políticas, a la Unión Económica y Monetaria de la Union Europea, y a los inmigrantes musulmanes como agentes que echan por tierra la tradición republicana del país. A sus ojos, el Islam tiene un efecto “extranjerizante” al que ella se opone categóricamente.
Según un análisis publicado el 5 de enero por el Instituto Francés de Opinión Pública, más de dos tercios de la población en Francia y Alemania creen que la integración de los ciudadanos musulmanes a sus respectivas sociedades ha fracasado. Y los críticos de Le Pen le reprochan tanto la instrumentalización de los temores que se derivan de esta creencia, como sus llamados a abandonar la Eurozona y a introducir la pena capital.
Aubry y otras personalidades acusaron a Sarkozy de propiciar el ascenso de Le Pen al tomar tópicos de la agenda política ultraderechista y asumir sus perspectivas tendenciosas como si fueran propias, como cuando atizó el debate en torno al Islam en Francia. Sin embargo, Sarkozy sigue siendo visto como el único político de centro derecha capaz de evitar una victoria de la extrema derecha en la primera vuelta en mayo de 2012.
Buscando contendientes para Le Pen
Esta nueva correlación de fuerzas obligará a los partidos franceses a elegir a sus candidatos presidenciales con aún más celo; sobre todo a los socialistas: Aubry no es la única aspirando a representarlos en las elecciones de 2012, pero ni ella ni sus otros ocho competidores parecen tener el aura de ganador que tiene Dominique Strauß-Kahn, quien actualmente ocupa la presidencia del Fondo Monetario Internacional (FMI).
De hecho, la encuesta desarrollada por Harris Interactive reveló que, si Sarkozy se enfrentara a Strauß-Kahn esta semana, el presidente del FMI ganaría la primera vuelta con un 28 por ciento de los votos, cinco por ciento más que el jefe del Estado francés. Para poder presentarse a las elecciones como candidato del Partido Socialista, Strauß-Kahn debe decidir si abandonará su cargo actual antes de que termine la primavera boreal.
Autor: Evan Romero-Castillo / dpa / Reuters
Editora: Emilia Rojas Sasse