“En México hay una frágil estabilidad política”

El lunes 22 de agosto, día del inicio del ciclo escolar 2016- 2017, la mayoría de las escuelas de educación básica del sector público permanecieron cerradas en los estados de Oaxaca, Michoacán y Chiapas, los más pobres del país. El gobierno mexicano declaró suspendidas las negociaciones con el magisterio disidente, mientras no se reanuden las clases.

Gilberto Guevara Niebla es asesor del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), la institución responsable de la evaluación de los maestros en México, principal motivo de rechazo a la reforma educativa impulsada en 2013 por la administración del presidente Enrique Peña Nieto. Dicha reforma propone la evaluación obligatoria para que los maestros puedan ingresar al magisterio y se mantengan y asciendan en el sistema educativo. Los docentes de la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), entienden que la reforma es una manera de justificar los despidos.

Guevara Niebla cuenta con una larga trayectoria en el ámbito educativo, y es autor de “Poder para el maestro, poder para la escuela”, entre otras obras relacionadas con el sistema educativo. Él mismo ha sido maestro de primaria, secundaria y preparatoria. Propone revisar la reforma, identificar sus fallos y si es el caso, corregir los aspectos del sistema que los maestros consideran injustos. También critica la incapacidad del Estado mexicano para dar una respuesta a este conflicto gremial.

DW: ¿Por qué no ha sido posible encontrar un acuerdo entre la CNTE, y el gobierno mexicano?

Gilberto Guevara Niebla: El movimiento de la coordinadora ha recurrido consistentemente a medidas violentas de presión y acciones ilegales que resultan perversas en nuestro contexto político. En México hay una frágil estabilidad política, hay una sociedad muy descontenta, muy resentida, y sobre todo muy descreída y con muy poca fe en las instituciones políticas. En estas circunstancias la protesta violenta de la coordinadora puede encontrar un eco que nosotros no deseamos pero que las circunstancias lo facilitan.

Los estados más pobres como son Oaxaca, Chiapas, Michoacán y también en parte Guerrero y la Ciudad de México se han sumado a las protestas. ¿Hay alguna respuesta a este desafío?

Es un círculo vicioso porque por un lado existe una exigencia de demandas extremas en la medida en la que se está pidiendo la derogación de la reforma educativa. No se está pidiendo cambiarla, sino derogarla, lo cual es un exceso, a mi juicio. Por el otro lado tenemos un gobierno que ha perdido legitimidad en gran parte por la poca capacidad que tiene para hacer funcionar sus instituciones judiciales, por la impunidad. Gran parte de la pérdida de la credibilidad del gobierno reside en la incapacidad que ha mostrado repetidamente para enfrentar el descontento social. Cada vez que hay una manifestación de protesta de carácter colectivo la autoridad no sabe cómo comportarse. Porque si envía a la policía es muy probable que la policía actúe de manera torpe y que se produzcan resultados inesperados.

¿Como sucedió en Nochixtlán, Oaxaca?

Es una historia que se ha repetido infinidad de veces, lo que ha generado una cultura absoluta de poco respeto hacia las autoridades judiciales, hacia el Estado, hacia los instrumentos judiciales que el Estado tiene para enfrentar el malestar social.

¿Cuál es el papel del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el SNTE, en las negociaciones?

El SNTE siempre ha tenido una fuerza de soporte real. Es un sindicato fuerte. Si el SNTE decide negociar con las autoridades, es muy probable que una buena parte de los maestros de México lo sigan y lo apoyen en su política. La posibilidad de que la negociación del SNTE no se refleje en las bases magisteriales y se produzca una crisis de autoridad de los líderes sindicales, esa posibilidad existe pero la veo muy remota. Yo creo más bien que lo que vamos a tener es una reacción social de apoyo a la política oficial del sindicato.

¿La aparición del SNTE en este conflicto podría allanar un acuerdo con el Estado mexicano?

El SNTE puede abrir un canal de negociación, es muy poderoso, y su participación puede ser alternativa a la negociación que está realizando la coordinadora. Es muy probable que la coordinadora encuentre una respuesta muy fuerte en los estados en donde tiene históricamente influencia a su llamado de mantener el paro de labores. Pero no creo que este llamado a la suspensión de clases se vaya a producir en otras entidades federativas. En Guerrero en particular es el estado en donde la influencia de la coordinadora es más débil, ahí tendrá poco éxito. En Oaxaca habrá un 50% de respaldo, en Chiapas es mucho más radical el movimiento, mucho más fuerte.

Las autoridades ya anunciaron que harán uso de la fuerza, ¿no radicalizará esto aún más la protesta?

Si puede suceder eso, claro, sobre todo si se repiten eventos como el ocurrido en Nochixtlán, en donde hubo una intervención con francotiradores que dispararon desde una posición insospechada, que era la azotea de un hotel. Si se vuelve a repetir una provocación de este tipo pues esto va a crear un problema mayor y mucho más grave.