En misión de paz
29 de mayo de 2004Haití, Timor Oriental, Sierra Leona... nombres que se asocian con guerras civiles, violencia y anarquía. Donde quiera que se desmoronan las estructuras de orden estatal se alza, tarde o temprano, el clamor por las Naciones Unidas. Este "Día Internacional de las Misiones de Paz" (29 de mayo) encuentra a los "cascos azules" actuando en 15 focos de conflicto en África, el Medio Oriente, Asia, el Caribe y el sudeste de Europa. Cerca de un centenar de países participan en estas operaciones, con un total de aproximadamente 51 mil soldados y policías. A ellos se suman unos 2000 civiles, configurando el mayor contingente activo desde 1995.
Uruguay entre los primeros
En la lista de países que han puesto más efectivos a disposición de estas no figura ningún europeo o norteamericano. Los primeros lugares los ocupan, en cambio, Bangladesh, Paquistán, Nigeria, India, Ghana, Nepal, Uruguay, Jordania, Kenia y Etiopía. La Unión Europea aporta, en conjunto, sólo el 10% del personal. Estados Unidos apenas el 1%.
Este año, el presupuesto para las misiones de paz se eleva a 2.820 millones de dólares. Una cifra modesta comparada con los gastos de 1993, que ascendieron a 3.600 millones de dólares, sobre todo debido a las operaciones en la antigua Yugoslavia y en Somalía. Pero, según el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ahora serán necesarios 1.000 millones de dólares adicionales para financiar las proyectadas misiones en Burundi y Sudán, al igual que la que está en curso en Haití y la ampliación de las actividades en Costa de Marfil. Sin embargo, la renuencia de los miembros de la ONU a pagar -comenzando por Estados Unidos- está provocando un gran agujero en las arcas de las Naciones Unidas. Sólo en lo tocante a las misiones de paz faltan unos 2.000 millones de dólares.
Delegación de tareas
En determinadas zonas de conflicto, la ONU está dejando cada vez más la tarea en manos de alianzas regionales, como la OTAN. Es lo que ocurre en Kosovo, donde la administración civil es dirigida por las Naciones Unidas pero el resguardo militar corresponde a la Alianza Atlántica. También la Unión Europea desea incrementar su participación en las misiones de paz. Por ejemplo en Bosnia, donde los europeos ya están a cargo de una misión policial y se proponen asumir también la dirección el mando de las tropas de SFOR.
Otro fenómeno de los últimos años es que, en varios casos, se ha demandado que los cascos azules puedan hacer uso de sus armas no sólo en defensa propia, sino también para proteger a civiles. Actualmente cuentan con dicha autorización en el Congo, Sierra Leona, Liberia, Costa de Marfil, Kosovo y Timor Oriental.