En la Bundesliga cada vez se habla menos español
16 de agosto de 2019En los buenos tiempos, hasta seis chilenos alineaban en equipos de la liga de honor de Alemania. Hoy queda solo uno. La partida de Marco Fabián y Carlos Salcedo dejó sin mexicanos al torneo, donde alguna vez brillaron Javier "Chicharito” Hernández y Pavel Pardo. Uruguayos hay solo uno, y argentinos, tres. Hasta Franco di Santo, atacante que alguna vez jugó por la selección de Argentina y que pasó por Werder Bremen y Schalke 04, optó por abandonar los pastos germanos para probar suerte en Brasil.
La situación esta temporada es clara: los jugadores latinoamericanos y españoles parecen no sentirse atraídos por el fútbol alemán. Las grandes figuras del balompié del otro lado del charco que rutilaban en Alemania, como Arturo Vidal o James Rodríguez, optaron por buscar mejores destinos en otras competencias. Vidal hoy juega por Barcelona, mientras James intenta dar claridad a su futuro mientras entrena con el Real Madrid de Zinedine Zidane.
La escasez de jugadores de Sudamérica es abrumadora: salvo los 11 brasileños que tienen contrato con equipos de la Bundesliga, el resto del subcontinente apenas está representado, y sin grandes nombres. Por ejemplo, hay un paraguayo, Julio Villalba, que en dos años ha jugado un solo partido en el campeonato. Y un ecuatoriano, Carlos Gruezo, que acaba de llegar proveniente del fútbol estadounidense. Y el seleccionado uruguayo Marcelo Saracchi apenas ha jugado en su equipo, el Leipzig.
Un torneo poco atractivo
Otra manera de medir la calidad de los jugadores que juegan en un campeonato es por medio de su participación en sus selecciones. Y además de Saracchi, que fue convocado para la Copa América, y Carlos Gruezo, que defendió los colores de Ecuador en esa misma instancia, esa condición la cumple el centrocampista chileno Charles Aránguiz, que se ha convertido en una pieza insustituible tanto en la oncena titular de su equipo, el Bayer Leverkusen, como de la selección dirigida por el colombiano Reinaldo Rueda. Y no hay nadie más.
Veamos cifras: de los 31 jugadores latinoamericanos y españoles que fueron inscritos por sus equipos para disputar la temporada 2019/2020 de la Bundesliga, 11 son brasileños, 10 son españoles y 3 son argentinos. Chile, Perú, Venezuela, Uruguay, Paraguay, Ecuador y Colombia aportan con uno cada uno. Esta escasez redunda en que el torneo alemán genere escaso interés en Sudamérica, lo que también habla de una falta de visión comercial por parte de la Federación de Fútbol Alemana, o derechamente de desinterés por el mercado latinoamericano.
Además, los jugadores de esa parte del mundo prefieren mirar otros destinos. La liga mexicana, por ejemplo, mueve cantidades de dinero que son tentadoras para sudamericanos y también europeos. El América acaba de contratar al portero mexicano Guillermo Ochoa, que nunca pudo consolidar su carrera en el Viejo Continente, demostrando que el sueño de todo futbolista no pasa necesariamente por consolidarse en los grandes torneos europeos. Algo similar pasa con Brasil, un mercado que genera ingresos y que tiene un torneo sumamente competitivo, a diferencia del alemán.
Hay vida más allá de Alemania
Como muestra, un botón: Flamengo fichó a Filipe Luis (Atlético Madrid), Gerson (Roma) y Rafinha, que del Bayern Múnich se fue a Río de Janeiro. Sao Paulo, en tanto, repatrió a Alexandre Pato, Hernanes y a Dani Alves, que dejó el poderoso PSG para retornar a los campos de juego de su país natal. La lógica que se impone en estos tiempos es: si tengo un torneo poderoso en casa, ¿para qué probar suerte lejos de ella?
Nos encontramos, finalmente, ante un círculo vicioso. La Bundesliga no representa un desafío futbolístico mayor (todos saben que va a ganar el Bayern, y si eso no ocurre, lo hará el Borussia Dortmund) y por eso los jugadores optan por ligas locales o piden a sus representantes que los instalen en el fútbol español, por una cuestión de afinidad cultural, o en los campeonatos de Inglaterra, Italia o incluso Turquía, donde las competencias son más abiertas y las posibilidades de campeonar están mejor repartidas. Y ni hablar del poderoso imán que ejerce cada vez con más fuerza la liga de Estados Unidos.
Por su parte, la Bundesliga prefiere mirar hacia Europa del Este y dar fuerza a las divisiones inferiores de sus equipos, obviando el aporte que pueden entregar los jugadores hispanoparlantes y brasileños. Si en la temporada 2018/2019 había 45 jugadores de España y del otro lado del charco, esta temporada son solo 31. Los números, finalmente, hablan por sí solos.
Autor: Diego Zúñiga (cp)
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