En imágenes: los incendios de Australia cubren Sídney de humo
Más de un centenar de incendios arden en la costa este de la nación oceánica.
Más que un simple incendio forestal
Varios incendios se unieron formando un "megafuego" en un parque forestal situado al norte de la mayor ciudad de Australia, Sídney. Los bomberos advirtieron de que tienen problemas para contener las llamas, las cuales siguen ardiendo a lo largo de al menos 300.000 hectáreas. El desastre ha cubierto la urbe con una nube de humo.
Sídney no puede respirar
Los deportes al aire libre han sido cancelados y las autoridades sanitarias del estado de Nueva Gales del Sur han reportado un aumento en las afecciones respiratorias desde que el humo de los incendios llegó a Sídney. Los expertos en salud pública advierten a los ciudadanos de las áreas afectadas por el fuego de que se preparen para un príodo de mala calidad del aire.
Los incendios forestales podrían seguir ardiendo "durante semanas"
Los servicios antiincendios dicen que los bomberos pueden hacer poco más que sacar a los residentes, proteger las propiedades y esperar a que las condiciones atmosféricas les permitan empezar a contener los fuegos. Un responsable advirtió de que, sin una fuerte lluvia, "el megaincendio" podría arder durante semanas. Una sequía de tres meses ha convertido Australia en un polvorín.
Lucha por defender las propiedades
Los fuegos amenazan las propiedades de los habitantes de estas zonas, como en Wermobi, al sur de Sídney. Más de 600 casas han sido destruidas y otras 250 han sufrido daños desde que empezaron los incendios en este estado en octubre.
Una batalla sin fin
El sábado unos 2.800 bomberos se esforzaban para extinguir más de un centenar de incendios en Nueva Gales del Sur. El fuego más cercano a Sídney está a 75 kilómetros al noroeste del centro de la ciudad.
Un duro verano por delante
El humo de los incendios puede verse desde el espacio. Los incendios son comunes en el verano australiano, que empieza en diciembre. Este año, sin embargo, empezaron en octubre como consecuencia de la persistencia de las altas temperaturas y de los vientos secos. Los meteorólogos no esperan lluvias significativas hasta finales de enero.