En Francia se decide el futuro de la UE
14 de abril de 2005
Salzburger Nachrichten, de Viena:"El tira y afloja parece evidenciar un cambio de opinión. La euforia en torno a la ampliación de la Unión Europea parece haberse esfumado. La fiesta y el vitoreo de los diputados ha sido suplido por un análisis crítico. Los tiempos en los que los candidatos y los presupuestos eran aceptados sin mayor análisis son cosa del pasado, por lo menos en Estrasburgo.
A más tardar desde que los jefes de la Unión Europea dieran luz verde en diciembre pasado a las negociaciones de ingreso de Turquía, ha crecido rápidamente el escepticismo frente a este proyecto de la Unión Europea. Los diputados han reaccionado al sentimiento popular."
En juego el futuro económico
Aftenposten, de Oslo:"La decisión francesa en seis semanas sobre la aceptación o el rechazo de la Constitución de la Unión Europea resultará determinante para la Unión. Si los electores franceses realmente rechazan la constitución esto representará mucho más que un "fallo técnico". Repercutiría en el futuro desarrollo de la introducción de la divisa euro en el resto de las euronaciones. Si no están convencidos de estrechar la cooperación económica se anularía la confianza, lo que desataría turbulencias económicas."
Chirac el superhéroe
Iswestija, de Moscú: "Los franceses esperan que la artillería pesada, es decir el mismismo presidente Jacques Chirac, intervenga en la lucha por la Constitución europea. Algunos recuerdan que en 1992 el destino del los acuerdos de Maastricht sobre el futuro de la Unión Europea pendían de un fino hilo, la mitad de los franceses estaba en contra. Sólo la intervención activa del entonces presidente Francois Miterrand salvó la situación, el referéndum fue aprobado por un margen estrecho de 51 por ciento a 49."
Nadie conoce el desenlace
La Croix, de París: "La Unión Europea se ha convertido en un matrimonio de conveniencia, sin pasión. Con el tiempo se ha deteriorado. Y se encuentra sumergida en una crisis, como suele suceder con muchas parejas. A los franceses se les exige que decidan públicamente. Y que posteriormente se responsabilicen de las consecuencias que tenga su respuesta. En resumen que participen…La rectificación por parte del Parlamento francés habría sido un acto formal. El referéndum por el contrario es algo muy complicado. Los ciudadanos tienen que responsabilizarse con su voto por la confianza que se les ha dado. Y esto sin saber el desenlace, pues nadie sabe y nadie puede decir realmente, cuales serán las consecuencias positivas o negativas, para Francia y Europa."