En el gobierno de AMLO trabaja equipo de Genaro García Luna
11 de febrero de 2020Desde hace poco más de un año en México gobierna el Presidente de izquierda Andrés Manuel López Obrador, pero durante los 14 meses de la nueva administración la feroz violencia en el país no cede ni un paso. Pese a la instauración de la nueva Guardia Nacional y programas sociales con los que el gobierno prometió revertir el asesinato masivo de personas, no hay resultados. El presidente goza de popularidad pero los mexicanos se sienten cada vez más inseguros. ¿Qué esta pasando?
En 2019, el primer año de gobierno de López Obrador, en México fueron asesinadas 29 mil 401 personas y 976 niñas, adolescentes y mujeres fueron víctimas de feminicidio; es decir 30 mil 377 personas perdieron la vida de forma violenta, según las cifras oficiales del propio gobierno. Mientras que, en 2018, el último año de gobierno de Enrique Peña Nieto, la cifra de homicidios dolosos fue de 29 mil 991.
México vive inmerso en esta espiral de violencia particularmente desde 2006, cuando llegó el Presidente de derecha Felipe Calderón, y empoderó a un grupo de policías encabezados por el ex Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, hoy encarcelado en Nueva York acusado de narcotráfico y de proteger al Cartel de Sinaloa, la organización de tráfico de drogas más grande del planeta, mientras se supone que el gobierno había declarado una llamada "guerra contra las drogas”, que en realidad fue una guerra para ayudar al Cartel de Sinaloa a apropiarse de México.
La colusión de las autoridades responsables de procurar seguridad y justicia con el crimen organizado ha sido el principal factor de la descomposición en México que ha derivado en la muerte de cientos de miles de víctimas inocentes. Cuando las autoridades no están del lado de los ciudadanos sino de los criminales, inclinan claramente la balanza, pervierten su razón de ser.
La realidad es que los factores que generan este caos no han cambiado ni aun con el nuevo gobierno: por un lado, existe la misma criminalidad heredada de gobiernos anteriores, y por otro, dentro de las instituciones del gobierno federal que pueden marcar la diferencia y combatir esa criminalidad, siguen trabajando en posiciones muy sensibles funcionarios públicos de administraciones anteriores que fueron cercanos colaboradores de quienes protegieron a dichos grupos criminales. En específico, miembros del equipo cercano a García Luna que durante años han sido parte del problema y no de la solución.
Tras la detención de Genaro García Luna, el presidente López Obrador afirmó categórico que "no habría otro García Luna”, y prometió que iba a investigar si en su gobierno había integrantes del equipo de confianza del ex jefe policíaco acusado de narcotráfico y corrupción.
O el gabinete del presidente no ha hecho esa tarea, o le ocultan información. En una revisión rápida, en las estructuras de la nueva Fiscalía General de la República encabezada por el fiscal Alejandro Gertz Manero trabajan en posiciones clave al menos tres funcionarios del equipo íntimo de García Luna y sus cómplices, y otro en la Policía Federal. Estos son sus nombres y posiciones:
Mario Romero Valdez trabajaba en la Secretaría de Seguridad Pública federal como brazo derecho de Armando Espinosa de Benito, acusado junto con su jefe, García Luna, de recibir millonarios sobornos del Cartel de Sinaloa. Fue director de la Unidad Especializada en recolección de Información de la División de Inteligencia de la PF, área que servía al Cartel de Sinaloa y al Cartel de los Beltrán Leyva. En 2013 hice una investigación sobre el equipo de Espinosa de Benito y tuve testimonios directos de los miles de dólares en pagos de sobornos de la delincuencia organizada que se repartían. Actualmente Romero Valdez está en la Fiscalía General como analista en la Policía Federal Ministerial, responsable de combatir la delincuencia organizada. En 2018 ocupó el puesto de Director General del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia.
Otro hombre del equipo de García Luna que se mantiene en el actual gobierno es José Roberto Aragón García. Fue Director de Operaciones Encubiertas de la División de Inteligencia de la Policía Federal, miembro cercano del equipo de García Luna y Espinosa de Benito. Como otros de sus más cercanos, en 2017 se cambió a la Agencia de Investigación Criminal de la Fiscalía General, donde se encuentra actualmente ocupando el cargo de jefe de departamento de investigación de delitos. Área esencial para la persecución de delitos federales.
Uno más es Luis Romero García. Trabajaba en el Estado Mayor de la Policía Federal con García Luna. Él era el responsable, de acuerdo a documentos que tengo en mi poder, de permitir que a la PF entraran amigos de García Luna y Cárdenas Palomino que no habían pasado los exámenes de control de confianza, es decir, que habían reprobado el examen toxicológico, polígrafo y la revisión de evolución patrimonial. En el actual gobierno, Romero García ocupa el puesto clave de Director de Área en el departamento de Asuntos Internos de la Fiscalía General, que encabeza Gertz Manero.
El gobierno de México ha dicho que inició su propia investigación sobre actividades ilícitas de García Luna. La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda ya congeló cuentas bancarias del ex secretario y su familia. Pero, sin duda, en donde recae la investigación penal es en la Fiscalía General. ¿Cómo puede ser neutral o eficaz la Fiscalía si la gente de García Luna está ahí adentro?
Otro ejemplo escandaloso de la permanencia de esos malos elementos es Israel Zaragoza Rico, subordinado y protegido de Luis Cárdenas Palomino, quien es compadre de García Luna y también está implicado en el mismo escándalo por corrupción. En 2005, Zaragoza Rico fue uno de los mandos policiacos de la Agencia Federal de Investigaciones que fabricó una acusación de secuestro en contra de la ciudadana francesa Florence Cassez. Junto con Cardenas Palomino, secuestraron y amenazaron a Cassez, la llevaron a un domicilio e inventaron que ella era parte de una banda de secuestradores. La detención ilegal y falsedad de cargos crearon casi un conflicto diplomático entre el gobierno de México y Francia. En 2013, tras 8 años de detención ilegal, la Suprema Corte de Justicia ordenó la liberación inmediata de la ciudadana francesa. Aunque la Corte declaró que fueron violados los derechos de Cassez, en el gobierno de la autodenominada cuarta transformación (4T) Zaragoza Rico tiene el cargo de Inspector General de la Coordinación de Inteligencia para la Prevención del Delito de la Policía Federal donde toma decisiones importantes también en el combate a los carteles de la droga.
A la lista que apenas comienza a clarificarse, hay que añadir que al menos tres secretarios de seguridad pública estatales son gente de García Luna: el Secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México, Omar García Harfuch, la Secretaria de Seguridad Pública del Estado de México, Maribel Cervantes Guerrero, y el Secretario de Seguridad Pública de Aguascalientes, Porfirio Javier Sánchez Mendoza. Este último también fue parte del equipo íntimo de Espinosa de Benito.
Estos son apenas algunos de los nombres.
Llama la atención que los tres primeros funcionarios señalados que hoy trabajan en la Fiscalía General, llegaron ahí para trabajar con García Harfuch, cuando en 2016 fue nombrado titular de la Agencia de Investigación Criminal. Hoy trabaja con la Jefa de Gobierno del Distrito Federal Claudia Shembaun, muy allegada al presidente López Obrador.
Luego del escándalo de la detención de García Luna, García Harfuch ha intentado hacer creer que él no era parte de ese equipo, aunque entró a la SSP federal con García Luna, su jefe era Cárdenas Palomino y obtuvo todos sus veloces ascensos ahí. Si no es parte de ese equipo ¿por qué les abrió la puerta para que entraran a la AIC cuando estuvo como responsable?
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