Héctor Abad en Berlin
17 de junio de 2014“Me estaba preparando para pedir asilo”, dijo el escritor colombiano durante una charla en el Instituto Cervantes de Berlín. El también periodista y traductor recordó que algunos de los estrategas de campaña del uribismo eran gente aterradora, a quienes nada les complace, ni un triunfo de Colombia en el fútbol, ni que un ciclista destaque. Contó que unos días antes recibió por correo electrónico un mosaico titulado ‘Los asesinos y los mamertos comunistas aliados de Santos', en el que había la imagen de periodistas respetados, incluyendo la suya, al lado de guerrilleros.
Eso le recordó la lista de amenazados de muerte que encontró en el bolsillo de su padre cuando fue asesinado por sicarios en plena calle de Medellín el 25 de agosto de 1987. “Hay gente que vive de la guerra porque así se conserva el ‘status quo', como el de la propiedad de la tierra, que tiene una repartición muy injusta”, explicó. “En Colombia todavía lucha la luz contra las tinieblas”.
Abad calificó como maravilla que los colombianos hayan derrotado a la derecha en las urnas y recordó que a él mismo no le gustaba el presidente Juan Manuel Santos, hace cuatro años, un oligarca bogotano asociado con Uribe, pero reconoció que ha tenido aciertos y ahora en Colombia se respira libertad. “Ha emprendido unas conversaciones de paz con la guerrilla de las FARC y el ELN y las ha llevado adelante”.
Cátedra sobre literatura y violencia
Héctor Abad Faciolince, Medellín, (1958) fue invitado por el Instituto Cervantes de Berlín para hablar sobre su obra y sobre el cátedra Samuel Fischer que imparte durante el semestre de verano en la Universidad Libre de Berlín. En diálogo con la editora y traductora alemana Michi Strausfeld, ésta le preguntó sobre su curso, titulado “Literatura y violencia”, y sobre si la primera puede ser un bálsamo que cambie la percepción del mundo.
“La literatura es capaz de generar empatía y ayuda a enfrentar la violencia, una de las peores facetas humanas”, dijo el laureado periodista y poeta. Abad Faciolince subrayó que Colombia no tiene el monopolio de la maldad, aludiendo a los crímenes nazis que hacen palidecer a los colombianos. “Me he refugiado en la literatura, ésa ha sido mi venganza”, reconoció el escritor, después de hacer un repaso de los textos que ha elegido para compartir con sus alumnos.
El curso comenzó con ‘Crónica de una muerte anunciada', de Gabriel García Márquez, que coincidió con la muerte del Premio Nobel de Literatura en México. Le siguieron ‘Disgrace' del sudafricano J. M. Coetzee, ‘Fuga sin fin' de Joseph Roth, y ‘Fuga de La muerte' del italiano de origen judío Primo Levy. La selección incluye la violencia campesina que narra el mexicano Juan Rulfo, y poemas de Borges y Machado.
El escritor recordó como la cultura puede transformar una ciudad como su natal Medellín. La receta ha sido una inversión sin precedentes en educación, rubro al el ex-alcalde de Medellín y actual gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, destinó la mitad del presupuesto. La región es ahora líder en innovación en América Latina.
Poema inédito de Borges
El autor de “El olvido que seremos” (2005), obra autobiográfica y homenaje a su padre asesinado, fue preguntado sobre el origen de ‘Un poema en el bolsillo', un relato también autobiográfico que comprende su trilogía “Traiciones de la memoria” (2009).
En el bolsillo del padre asesinado, el joven Héctor Abad encontró un poema manuscrito que comienza con el verso “ya somos el olvido que seremos”, en el que el escritor en ciernes reconoció el genio de Borges. El poema fue grabado en la lápida de su padre a manera de epitafio.
Sin embargo confirmar la identidad exacta del autor del poema le llevó años, un acertijo que resolvió por fin estando en Berlín, siendo becario del Servicio Alemán de Intercambio Académico, DAAD, después de encontrar a un ‘ángel' en Canadá, el poeta Jean Dominique Rey, que le ayudó a armar un complicado rompecabezas.
“Ningún país ha sido tan generoso conmigo como Alemania, como Berlín”, señaló Abad, recordando aquellos años. Sin embargo, el éxito, dijo, siempre es sospechoso, y fue así como surgió un personaje, Harold Alvarado Tenorio, que reclamó la autoría del poema pese a sostener haberlo escrito después, en el 2000. “Así es cómo un poema puede estar en el bolsillo de un muerto antes de que sea escrito”, dijo, recordando que su padre fue asesinado en 1987. Aunque sea una sensación literaria haber encontrado un poema inédito de Borges, hasta la fecha, María Kodama, viuda del gran escritor argentino, lo considera apócrifo.
Su charla coincidió con el debut de Alemania en el Mundial, sin embargo la sala estaba repleta con un público, entre ellos muchos lectores, que despidió al escritor con una larga y sonora ovación.