Empresas familiares exitosas
21 de agosto de 2012Marcas alemanas como Boehringer Ingelheim, Knorr-Bremse, Rossmann, Schaeffler/Continental, y Aldi tienen algo en común: son compañías dirigidas por los miembros de una familia. De las cien empresas más importantes de Alemania, 51 están en manos de grupos familiares y su volumen de negocios creció en 2011 más aceleradamente que el de otras empresas, de acuerdo con un análisis del Instituto de Empresas Familiares de Stuttgart (IFF, por sus siglas en alemán).
Dichas compañías se desarrollan más exitosamente que el promedio, a pesar de la espectacular bancarrota de la cadena de perfumerías Schlecker, que es la excepción a la regla. De los cerca de 2, 058 billones de euros de ganancias obtenidos por las 100 mayores empresas alemanas, 915 mil millones fueron a la cuenta de aquellas manejadas por familias.
“Las empresas familiares alemanas siempre fueron muy sólidas”, dice el profesor Mark Binz, presidente del Consejo Administrativo del IFF y socio del estudio jurídico Binz & Partner, de Stuttgart. “No hay otra gran potencia económica mundial que posea una cantidad tan alta de compañías familiares entre las empresas líderes del país como Alemania”, subraya.
Fuertemente posicionadas
Pero los establecimientos familiares no siempre estuvieron tan bien posicionados en el pasado. En 2005, solo un tercio de las 100 empresas más exitosas eran empresas familiares, señala un estudio de la Academia Intes para Empresas Familiares, de Bonn. La asesoría empresarial Progenium, de Baviera, llegó a la conclusión de que en el año 1980, de las 50 firmas líderes de Alemania, 15 eran dirigidas por una sola persona o por un clan familiar.
El 2011, año récord para muchas compañías familiares
Casi la mitad de las 51 empresas familiares duplicaron su volumen de negocios el año pasado, y para muchas de ellas fue un año récord en ganancias. Las campeonas en crecimiento fueron, entre otras, la cadena de perfumerías Rossman, así como el establecimiento comercial de productos agrarios Alfred Toepfer. Otras, como Volkswagen, controlada ahora por las familias Piech y Porsche, aumentaron sus ganancias en un 26 por ciento en 2011, hasta llegar a los 159 mil millones de euros. Sin embargo, algunas firmas familiares, como Metro y la distribuidora mayorista de fármacos Phoenix, registraron pérdidas.
Detrás de las historias exitosas de las compañías familiares hay, a menudo, personalidades con mucho talento para los negocios, dice Mark Binz. A eso se suma que dichas empresas no piensan en términos inmediatos, lo que mejora sus estrategias a largo plazo. Además, los miembros de una familia empresaria son más concientes de los riesgos que los ejecutivos contratados, ya que “está en juego el propio dinero, que se puede perder si toman las decisiones equivocadas”. Las empresas familiares que funcionan bien tratan a sus empleados como si fueran también de su propio clan, suscitando así un sentimiento de unidad caracterizado por la lealtad y la confianza. De acuerdo con Binz, “es por eso que durante la reciente crisis económica muchas compañías familiares actuaron con gran cautela en cuanto a despidos y, en lugar de eso, utilizaron instrumentos más sociales para enfrentarla, como acortar las horas de trabajo”.
Autora: Monika Lohmüller/ Cristina Papaleo
Editor: Pablo Kummetz