Empoderamiento de los yanesha, en peligro de extinción
Las comunidades yanesha de la reserva de la Biosfera Oxapampa-Asháninka-Yanesha, una de cinco existentes en Perú, están en peligro de extinción. Una organización alemana trabaja para empoderarlos.
Habitantes de la biosfera
Los yanesha son uno de los 56 pueblos originarios que viven en la Amazonía peruana. Habitan en las reservas comunales de la Biosfera Oxapampa- Asháninca-Yanesha, en el parque nacional Yanachaga Chemillén, que fue reconocida por la UNESCO en junio de 2010 como un punto muy importante de conservación por la presencia de culturas indígenas y áreas naturales protegidas.
Una población en declive
Según la Base de Datos Oficial de Pueblos Indígenas (BDPI) de Perú, el pueblo originario yanesha vive en 75 localidades, de las cuales 38 están reconocidas como comunidad nativa. El número de habitantes apenas asciende a 14.314 personas, según los censos nacionales de 2017. "Es un grupo étnico en vías de extinción, casi fue exterminado", explica a DW Jens Bergmann, presidente de Chance e.V.
Sobreviviendo a múltiples amenazas
"Cuentan con 20.000 hectáreas de bosques, pero hace 150 años tenían millones de héctareas", recuerda Bergmann, apuntando a la agricultura y la minería ilegal como amenazas contra este pueblo originario. “Tienen múltiples problemas, como invasiones y tráfico de tierras, falta de reconocimiento jurídico y territorial, falta de estatutos comunales, desorientación y una crisis de identidad”, dice.
Elaborando un trabajo conjunto
Con sede en Colonia, la organización alemana coopera en la Amazonía peruana en proyectos de desarrollo sostenible, junto con la organización peruana Atiycuy. “Trabajamos con comunidades nativas fortaleciendo su autogestión y buen manejo de sus recursos naturales, acompañamos a niños, jóvenes y sus familias para un desarrollo personal equitativo y responsable”, dice el también fundador de la ONG.
Una capacitación integral
“Fortalecemos las capacidades de las comunidades nativas para que puedan mejorar su organización política, social, cultural, económica y territorial”, detalla el presidente de la organización alemana, Jens Bergmann. “Aprenden a manejar el marco legal que rige la existencia de las comunidades nativas y en cada fase del proceso aumentan su protagonismo”, agrega.
Acompañamiento empoderador
En dicho proceso, Bergmann recalca la importancia de la elaboración de estatutos comunales. “Cada comunidad elige un comité especial cuyos integrantes reciben la capacitación para redactar la propuesta de un estatuto comunal propio, basado en su cosmovisión”, subraya. Ese comité crea el estatuto, conjuntamente con abogados y expertos, y lo luego presenta a todos los integrantes de la comunidad.
Creando procesos incluyentes e interactivos
La participación de los todos los miembros de la comunidad es vital, de manera que “cada comunero pueda ser escuchado e integrado en el proceso interactivo”, explica el alemán. “Todos contribuyen al estatuto y todos se identifican con él”, apunta, agregando que con ese ejercicio “conscientes de sus derechos, aprenden a representar sus comunidades ante organismos estatales y privados”.
Comunidades abusadas
El presidente de la organización alemana recuerda que se trata de un proceso largo y complejo, que se extiende durante años, en el que tuvieron que ganarse la confianza de las comunidades. “Han sufrido tanto abuso, que si se entra en sus territorios sin permiso, eso causa problemas”, comenta, lamentando que “han tenido malas experiencias con ONGs” y se han cometido crueldades contra ese pueblo.
Un pasado colonial arrastras
De este modo, el presidente de la ONG alemana recuerda la colonización que ha sufrido el pueblo originario. “Los yanesha habrían perdido el 99% de sus territorios”, critica, lamentando que con ello también se han perdido su cosmovisión y autogestión. “Los colonos usurparon las tierras y obligaron a los yanesha a trabajar para ellos”, agrega, recordando la llegada de austroalemanes al lugar.
Un futuro esperanzador
Durante los seis años que la organización lleva trabajando en la zona, se ha logrado empoderar a nueve comunidades y a una federación. Asimismo, se ha conseguido la conservación de más de 18.000 hectáreas de bosque de neblina primario, que se extienden hacia territorios que colindan con dos comunidades. Probablemente, miembros de las mismas podrán trabajar como guardabosques, adelanta Bergmann.