Elvis: el soldado N° 53310761
17 de agosto de 2002No puede ser sólo asunto de marketing. Si alguien de la talla de John Lennon llegó a decir que "antes de Elvis no había nada", no habrá sido mera casualidad. Tampoco lo es que aún hoy, pasado un cuarto de siglo de su muerte, el público siga considerándolo un ídolo. Una encuesta realizada por la cadena de televisión ABC lo acaba de corroborar: el 40% de los entrevistados lo eligió como el mejor, seguido muy de lejos por el legendario Jimi Hendrix, que obtuvo sólo un 4%.
¿Cuestión de nostalgia? No solamente, porque también en el segmento de entre 18 y 34 años de edad, el 40% admitió ser admirador de Presley. Su imagen perdura. También su música, que sigue vendiéndose en el mundo entero, a razón de 5 millones de discos anuales. Y ni hablar de los libros y otros objetos que llevan su sello. El último año, las ganancias que arrojaron llegaron a cifrarse en 37 millones de dólares. Una suma que lo situó a la cabeza de la lista -elaborada por la revista Forbes- de los famosos que siguen amasando fortuna desde el más allá.
El soldado Presley
Alemania, desde luego, no está ajena al influjo de Elvis. Sobre todo porque el destino lo trajo a estas tierras, cuando cumplía su servicio militar en las tropas estadounidenses de ocupación, desde el 1 de octubre de 1958 hasta el 2 de marzo de 1960. La fecha se recuerda con toda precisión en la localidad de Bad Nauheim, cercana a la base militar, donde se instaló el soldado-cantante.
Por ese entonces, Elvis Presley ya era toda una estrella en su país, con éxitos como "Heartbreak Hotel", "Jailhouse Rock", o "Hound Dog". Para el ejército era, en cambio, sólo el soldado con el N° 53310761. Y para los alemanes de aquel lugar, un joven uniformado, más o menos conocido como cantante, cuyo recuerdo cobraría con los años otras dimensiones.
La Memphis europea
Bad Nauheim no puede competir, lógicamente, con Memphis, donde cada año se dan cita cerca de 600 mil personas para rendirle homenaje. Pero, al fin y al cabo, en el poblado germano se calcula que unos 10 mil admiradores, procedentes de diversos lugares del continente, asistirán este fin de semana al primer festival europeo dedicado al astro del rock’n’roll, que se prolongará hasta el domingo.
En el concierto de apertura fueron más de 6000 personas las que aplaudieron los "clásicos" de Elvis, entonados por Helmut Lotti, un cantante que se hizo conocido hace un par de años con una recopilación de canciones tradicionales latinoamericanas.
La legión de seguidores de Elvis vuelve a sumirse, con renovados bríos, en la magia de canciones que marcaron época, y de un icono más que nos ha legado el siglo XX estadounidense. Los comerciantes de Bad Nauheim, por su parte, acometen la fecha con grandes expectativas, soñando con el florecimiento del turismo y las ventas. "Para nosotros, Elvis es lo que Mozart para Salzburgo", afirma un empresario local. Pero eso ya es sólo asunto de marketing.