Elogios para el Banco Central Europeo
2 de junio de 2003
Los expertos opinan que el actual presidente del banco de emisión, Wim Duisenberg, ha concedido una voz única a la política de la unión monetaria, luego de haber superado las dificultades iniciales. "En pocos años Wim Duisenberg logró que esta joven institución se convirtiera en el segundo banco más importante, entre los bancos centrales mundiales", elogió Norbert Walter, economista jefe del Deutsche Bank, las labores de Duisenberg. En vista de la importancia del Euro como segunda moneda mundial de reserva Walter exigió a la moneda común "mayor seguridad en sí misma y un poco más de responsabilidad ante el valor exterior". Norbert Walter otorgó al BCE y a Duisenberg casi la nota máxima.
Críticas y alabanzas
El economista jefe del Commerzbank, Ulrich Ramm, por su parte expresó su deseo que el actual presidente del BCE "permanezca en su cargo todo el tiempo que sea necesario, hasta lograr un traspaso de sus funciones sin pérdida de confianza". Pero no fueron todo elogios, Ramm criticó las discrepancias reinantes en el Consejo del BCE durante sus inicios. Pero gracias a Duisenberg "la atención de los mercados financieros se fue concentrando sucesivamente en el presidente del BCE, lo cual evitó malentendidos", recalcó Ulrich Ramm.
El economista jefe del Allianz Group y el Dresdner Bank, Michael Heise, se mostró aún más crítico ante este punto, declarando que en su opinión "sigue habiendo déficits en cuanto se refiere a la máxima del BCE de hablar con una sola voz". Sin embargo destacó que "en cuanto a la comunicación se han logrado superar claramente las notorias dificultades de la fase inicial".
Misión cumplida
"Las decisiones de política financiera, tomadas por el BCE hasta ahora, van acorde con el desarrollo del encarecimiento esperado y el crecimiento pronosticado en la euro-zona", constató Ramm. El banco de emisión alcanzó la meta propuesta al trabajar intensamente por garantizar la estabilidad del valor del dinero.
También Heise confirmó que el BCE ha realizado "sin duda un excelente trabajo" en llevar a cabo la prioridad número uno: garantizar la estabilidad de precios. "En temas de política de intereses", explicó Heise "es muy fácil decir a la distancia qué se podría haber hecho mejor". Y añadió "que el BCE tomó en la mayoría de los casos la decisión correcta".
Armonía casi total
Heise y Ramm también coinciden en su crítica a la reducción del tipo de interés en abril de 1999 del 3,0 al 2,5 %. "Esta decisión no me pareció apropiada", comentó Heise. "El ‘aflojar las riendas’ de la política financiera llevó a un aumento significativo del índice de encarecimiento", criticó Ulrich Ramm. Ambos economistas calificaron esta medida como una clara excepción dentro de la política financiera practicada habitualmente por el Banco Central Europeo.