Europeas en Reino Unido: resistencia versus desinterés
26 de mayo de 2019Entre las siete y las diez de la mañana solo han venido 107 votantes a este servicio de asistencia a ancianos de la calle Marchmount, en el distrito londinense de Camden, informa el observador electoral del Partido Laborista. Es bastante poco. Muchos se preguntan por qué tendrían que votar esta vez. Este distrito es un feudo laborista. Otro observador, que prefiere mantener el anonimato, critica a su partido. "En la cuestión del ‘brexit' no se puede mirar en ambas direcciones, pero eso es exactamente lo que hace Jeremy Corbyn”. No puede satisfacer al mismo tiempo a los brexiteers y a los europeístas. Al final, unos y otros acaban frustrados por esta indecisión.
Tradicionalmente, los miembros de los grandes partidos recorren el distrito electoral e intentan entablar conversación con los votantes en el umbral de las puertas de sus casas. Esta vez, sin embargo, son muchos los remainers –partidarios de permanecer en la Unión Europea- que los han rechazado en la puerta. "Nos dicen que es solo por esta vez, algunos hasta se disculpan”, dicen los activistas. Esto, sin embargo, no permite prever nada bueno para las próximas elecciones a la Cámara baja. Lo normal es que la captación de votos, el llamado canvassing, sea fácil en el distrito, pero esta vez está siendo "un trabajo duro”.
El Partido Laborista tiene un problema si su incapacidad de escoger entre un "brexit” suave y la permanencia en la UE le pasa factura en sus propios baluartes electorales. Una camarera de un café de la zona se sincera al respecto: "El ‘brexit' es una idea estúpida. La gente no sabe en realidad lo que significa. Yo voté para mostrar que no lo quiero sea como sea. Es de tontos”. ¿Y qué dice de una posible caída de Theresa May? "Tenía un trabajo difícil y lo ha hecho mal. Su tiempo se ha acabado”.
Decisiones estratégicas
"Normalmente votaría por los laboristas, pero esta vez lo haré por Change UK”, dice un docente universitario de camino a su clase. Quiere enviar una señal a favor de la permanencia en el bloque comunitario. En este distrito, este nuevo partido puede tener posibilidades de obtener los votos de antiguos votantes tories o laboristas y enviar uno o dos eurodiputados a Bruselas. Su origen se remonta a la disputa política de este invierno, cuando un puñado de europeístas de los dos grandes partidos decidió unirse contra el "brexit”.
El futuro político de Theresa May es a su juicio cosa del pasado: "Se acabó”. Su opinión sobre el partido del "brexit”, el UKIP, no podría ser más clara: "Son una panda de payasos”. Dice que solo tienen un tema, que carecen de programa político y que sus finanzas son opacas y sospechosas.
Entretanto, se acerca una señora mayor al centro de votación. Busca el comedor diario que este local ofrece a diario a los pensionistas de la zona. Hoy no hay comida, sino elecciones europeas. "¿Qué es eso?”, pregunta, tras lo que sacude la cabeza y prosigue su camino quejándose.
Un votante oriundo de Estados Unidos, nacionalizado británico hace tiempo, dibuja paralelos entre el "brexit” y la elección de Donald Trump como presidente de ese país. "Es la tormenta perfecta, una mezcla entre protesta difusa y desconocimiento”. La villa de Scunthorpe en el noreste de Inglaterra -donde British Steel podría declarar la bancarrota y llevarse consigo miles de puesos de trabajo- es un buen ejemplo. "Los trabajadores votaron por el ‘brexit' porque no entendían la relación y se sentían abandonados”. Cree que en Estados Unidos pasó lo mismo: pese a todos los problemas que la política de Trump ha traído a los granjeros, siguen creyendo que deben de votar por él.
¿Victoria para el UKIP?
El partido pro "brexit” de Nigel farage, que según las encuestas podría obtener más del 30 por ciento de los votos y quedar así en primer lugar, cosecha apoyos en todo el país, pero sobre todo en el campo y en las pequeñas antiguas ciudades industriales. No obstante, también hay brexiteers en una ciudad multicultural como Londres, en la que podría parecer que la retórica xenófoba y eurófoba no tiene cabida. Un votante anciano dice que con su voto por Farage quiere mandar un mensaje a los grandes partidos. "Deberían hacerlo realidad ya de una vez por todas para que podamos seguir con nuestras vidas”. ¿Y por qué "brexit”? Su respuesta es que los británicos quieren decidir sobre sí mismos y no necesitan a otros países.
"Yo también voté por el ‘brexit'”, dice un joven, que pide que bajo ningún concepto se publique su nombre. El problema, argumenta, es que el Parlamento lo ha convertido en un caos. Con una salida de Theresa May, el país podría encontrarse con un sucesor en el cargo de primer ministro que sea favorable a un "brexit” duro. Pero a este joven no le preocupa, porque cree que Reino Unido es lo suficientemente fuerte económicamente. "Quizás haya consecuencias a corto plazo, pero en el medio plazo nos irá bien, podemos solos”, asegura convencido.
No fue posible encontrar a miembros del Partido Conservador esta mañana en Camden. Son de todas formas débiles en el distrito y durante la campaña para las elecciones europeas su actuación ha sido más bien la de esconder la cabeza en la arena. Son muchos los problemas que tiene la formación, sobre todo en lo que se refiere a sus candidatos, y son pocos los militantes dispuestos y con ganas de ir puerta a puerta a la caza de votos. La situación de impasse político y las disputas internas en Westminster no contribuyen a mejorar su imagen entre los votantes.
Solo Theresa May quería salir en esta jornada electoral por su distrito de Maidenhead. Pero ni siquiera aquí puede esperarse una mayoría. Su destino está estrechamente vinculado con las elecciones europeas. Las encuestas sitúan a los tories en quinto lugar, lo que podrían obligarle a dimitir como primera ministra. "Llevaré a cabo el ‘brexit'”, prometió Theresa May una y otra vez. Quizás sea sucesor quien en cualquier caso asuma la tarea.
(eal/rrr)
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