Elecciones en Schleswig-Holstein: ¿ganadores?
21 de febrero de 2005En los resultados de las elecciones regionales en el norteño estado federado de Schleswig-Holstein, la medianoche trajo sorpresas. Todo parecía indicar que el Partido Socialdemócrata (SPD) entregaría el poder después de 17 años de gobierno, a la coalición cristianodemócrata-liberal, con el conservador Peter Harry Cartensen a la cabeza.
Sin embargo, según los últimos resultados provisionales oficiales no hay un ganador definitivo: la coalición roji-verde obtuvo 33 mandatos al Parlamento y la oposición liberal-conservadora, CDU/FDP, 34. El partido de la minoría danesa en Schleswig-Holstein /SSW), liberado del 5% mínimo, tiene dos escaños. Y de ellos depende ahora el futuro gobierno de Kiel.
Aunque el SSW suele alinearse con la coalición gubernamental y su presidenta Anke Spoorendok había insinuado que toleraría un gobierno roji-verde, sus últimas declaraciones a la prensa dejan abiertas ambas posibilidades. "No se trata de personas, sino de un programa", declaró Spoorendok a la emisora Deutschlandfunk. Antes de decidirse, su partido pondría condiciones, tales como ciertas reformas en el régimen escolar.
El gran perdedor
Más allá de que el gobierno regional de coalición roji-verde encabezado por Heide Simonis siga en el poder, las elecciones en Schleswig-Holstein tienen un claro perdedor, y ése es el Partido Socialdemócrata. El 38,7% obtenido por el SPD no es sólo su peor resultado de los últimos cuarenta años en Schleswig-Holstein -que junto al lado del Sarre es el estado federado más pequeño de Alemania-, sino que se quedó muy por detrás de los pronósticos. Todo indica que ni la popularidad de Simonis -con doce años a la cabeza del gobierno regional a su haber- pudo hacer olvidar los cinco millones de desempleados que tiene a su haber el gobierno del canciller Schröder.
Una caja de sorpresas
Probablemente los Verdes también tuvieron que pagar su cuota por el escándalo de los visados y las inculpaciones a su líder, el ministro de Exteriores Joschka Fischer. Si bien con un resultado del 6,2% mantienen su presencia parlamentaria, teniendo en cuenta que Fischer es el político más popular de Alemania, el partido ecologista anhelaba más.
Por su parte, y a pesar de que probablemente no llegue a relevar al SPD en Kiel, el gran ganador es, evidentemente, el partido cristianodemócrata (CDU). El 40,2% obtenido supera en mucho a lo que esperaba, no sólo porque el aumento es considerable (35,2% hace cinco años), sino porque su candidato, Peter Harry Carstensen, no hace mucha gala de carisma.
¿Antesala de las federales?
El disenso reina entre los analistas políticos con respecto a la importancia de estas elecciones como barómetro respecto de las por venir.Si para unos ésta es la antesala de lo que nos espera, para otros el electorado se ha vuelto demasiado impredecible. Sin embargo, en dos cosas están de acuerdo. Por una parte, el que la extrema derecha no haya logrado más que un 1,9% es un buen signo para el país, y por otra, para el gobierno del canciller Schröder, el resultado de estas elecciones supone un ostensible golpe.