Elecciones en Italia: ¿La hora del populismo?
1 de marzo de 2018Según los sondeos, Italia está a las puertas de una abrumadora victoria de los populistas de derechas e izquierdas en las elecciones parlamentarias del próximo domingo, 4 de marzo de 2018. La formación política más fuerte será probablemente, con un 30 por ciento de los votos, el Movimiento Cinco Estrellas, un partido protesta de tendencia izquierdista fundado hace nueve años por el comediante Beppe Grillo. Ahora está dirigido por Luigi di Maio, de 31 años y sin formación académica concluida. Los Cinco Estrellas se presentan como un movimiento contra el "establishment”. Hacen promesas sociales, son escépticos hacia la Unión Europea y ven con ojos críticos la acogida de refugiados y migrantes en Italia. ”Creo que nuestra fuerza política será la más votada y podremos formar Gobierno”, dijo Luigi di Maio a DW. "El resto de países europeos se darán cuenta de que el verdadero peligro son Le Pen y la AfD, la Alternativa para Alemania. Nosotros no somos como ellos, somos de izquierdas. Luchamos contra Salvini y la Liga Norte”.
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Según Luigi di Maio, los populistas de derechas de la Liga Norte y su xenófobo candidato Matteo Salvini son los grandes oponentes del Movimiento Cinco Estrellas. Salvini, que se presenta con el eslogan "Italia primero”, tiene una alianza con el partido conservador "Forza Italia”, de Silvio Berlusconi, y con los neofascistas, los "Hermanos de Italia”. Esta alianza de partidos populistas de derechas será, previsiblemente, con un 38 por ciento, la fuerza más poderosa del nuevo Parlamento, pero sin llegar a la mayoría absoluta. En tercera posición quedarían los socialdemócratas, que han gobernado hasta ahora y que obtendrían solo un 22 por ciento de los votos.
No se prevén coaliciones
Los tres grupos, los Cinco Estrellas, la lista populista de derechas y los socialdemócratas, han descartado llegar a acuerdos de coalición. El gran misterio es cómo se va a formar Gobierno. "Las complejas leyes electorales italianas no son de gran ayuda para responder a esa pregunta”, dice a DW Lutz Klinkhammer, experto en Italia. "Las fuerzas podrían bloquearse mutuamente en el Parlamento”, continúa Klinkhammer, que es director adjunto del Museo Histórico Alemán de Roma. "Eso podría acabar derivando en un Gobierno interino que tratará rápidamente de llevar al país a nuevas elecciones”.
Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, ya ha advertido que hay que prepararse para "el peor de los escenarios posibles", es decir, un Parlamento sin capacidad operativa. Sus palabras han hecho subir el precio de refinanciación de la desbordante deuda fiscal italiana. Los mercados están nerviosos y el sistema inestable, porque la economía italiana crece lentamente y el sector bancario es sensible a las crisis políticas. Pero durante la campaña electoral apenas se habló de cómo hacer frente a la deuda fiscal de más del 130 por ciento del Producto Interno Bruto del país. "Todos prometen cosas, pero nadie tiene una receta”, dice al respecto el profesor de Economía Ruggero Bertelli en conversación con Deutsche Welle.
El regreso del defraudador de impuestos
Para el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, ya octogenario, esta elección podría suponer su gran regreso a la política. En realidad, Berlusconi ya no puede ocupar ningún cargo político, porque fue condenado por defraudar impuestos. Sin embargo, es el cabeza de la lista conservadora, liderada por su partido "Forza Italia”. Los escándalos del pasado parecen no hacer mella en el multimillonario empresario. "Parte del Gobierno y algunas instituciones me han atacado con mentiras. Pero la gente se da cuenta de que todas esas habladurías sobre orgías y fiestas con prostitutas y demás solo eran mentiras interesadas con el fin de neutralizar a un adversario político”, dijo Berlusconi durante una entrevista televisiva.
Los electores parecen creer este papel de víctima del siempre sonriente candidato y su partido será, según las encuestas, el más votado de la derecha. A Berlusconi parecen no asustarle las alianzas con los neofascistas y los populistas de derechas y está convencido de que un primer ministro escogido por él estará al frente del próximo Gobierno italiano. Berlusconi promete alivios fiscales y puestos de trabajo para los jóvenes. Pero no explica cómo piensa hacerlo.
Los problemas de Italia van a continuar
Leoluca Orlando, alcalde de Palermo, mira con escepticismo el gran apoyo que presumiblemente recibirán los partidos populistas de izquierda y derecha. "Las elecciones se decidirán en el sur de Italia, más pobre”, opina Orlando. Su partido, el liberal de izquierdas "Italia de los Valores” tiene "muy pocas posibilidades”, dice a DW en Palermo. "Creo que todos los populistas son vulnerables ante un riesgo que yo denominaría ‘mafia'. Los populistas no tienen experiencia en cuestiones de gobierno. Pueden recibir influencias muy negativas”, dice el alcalde de esta ciudad siciliana, que ha luchado toda su vida contra la mafia. No llega a decir que Berlusconi es un mafioso, sino que "la cultura de Berlusconi es justo lo que la mafia necesita”.
Tras las elecciones del próximo domingo, Italia no se sumirá en el caos y su economía no colapsará. El país seguirá siendo la tercera economía de la eurozona. "Eso no cambiará tras los comicios”, dice Lutz Klinkhammer. "Los problemas que tiene el país son a medio y largo plazo. Es una cuestión de inversiones. Y, sobre todo, de que no hay perspectivas para las jóvenes generaciones y muchos, precisamente los más preparados, se marchan al extranjero".
Autor: Bernd Riegert (MS/ERS)
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