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Elecciones en Honduras: jornada electoral empañada por asesinatos

24 de noviembre de 2013

Los hondureños se volcaron a las calles para elegir a un nuevo presidente, los 128 escaños del Parlamento y los 298 gobiernos municipales. Aunque reinó la calma, 5 personas fueron asesinadas cerca de mesa de votación.

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Electores una mesa de votación en Catacamas, Honduras.
Electores una mesa de votación en Catacamas, Honduras.Imagen: Reuters

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros, abrió las urnas el domingo a las 2 de la tarde, hora de Europa Central, en una ceremonia oficial transmitida por radio y televisión.

Los principales candidatos son el oficialista Juan Orlando Hernández, por el Partido Nacional, y la candidata de la formación opositora de izquierda Libertad y Refundación (Libre), Xiomara Castro, mujer del ex presidente Manuel Zelaya, que derrocado por los militares el 2009.

Fin del bipartidismo en Honduras

Además de Hernández y Castro, otros seis candidatos postulaban a la presidencia, aunque sus posibilidades son escasas, excepto para el liberal Mauricio Villeda, que va en tercer lugar en la intención de voto.

Posponer apertura de urnas por violencia

Cinco personas fueron asesinadas en el selvático departamento hondureño de Gracias a Dios, a escasos metros de un centro de votación para los comicios presidenciales que este 24 de noviembre celebra el país, informó el legislador Maylo Wood, del oficialista partido Nacional.

Wood, citado por las cadenas radiales hondureñas, dijo que varios sujetos armados dispararon contra un grupo de personas a las 06:30 horas local (12:30 GMT) en la comunidad de Juan Francisco Bulnes, en la región selvática de la Mosquitia.

Debido a que el asesinato ocurrió a unos 20 metros de un centro de votación, los delegados electorales decidieron posponer temporalmente la apertura de las urnas, hasta que sea restablecida la seguridad.

La Mosquitia hondureña es una vasta zona selvática. Debido a su condición ribereña del mar Caribe, sus extensos ríos y un espacio aéreo poco controlado, es utilizada rutinariamente para el tráfico de drogas y para el aterrizaje de “narcoavionetas”.

Las Fuerzas Armadas y los cuerpos policiales antidrogas mantienen destacamentos en la zona, al igual que las agencias antidrogas de Estados Unidos, con el fin de interceptar flujos de droga procedentes de Sudamérica.

jov (dpa, rfi)