El Yihadismo después del califato
19 de febrero de 2018Han pasado apenas tres años desde que el autoproclamado califa al-Baghdadi proclamó el llamado Estado Islámico desde la mezquita de la recién conquistada ciudad de Mosul. Después de sangrientos combates, la milicia terrorista ha sido completamente expulsada de Irak. E incluso en Siria, despues de la perdida de su capital, Al Raqa, solo quedan pocos restos del EI. Cerca de 40.000 personas lucharon en su día en sus filas; ahora ya solo quedan unas 3000 que se esconden en el desierto o que buscan nuevos campos de actividad.
Como proyecto de una entidad estatal, la milicia terrorista ha sido derrotada. Pero el EI sobrevive -aunque debilitado- en su vertiente propagandística en los corazones de sus obnubilados seguidores, como sueño de una utopía salafista. Solo desde Europa occidental, más de 5000 personas viajaron al "Califato". Además, el antiguo rival Al Qaeda podría ahora sentirse animado a emprender nuevos ataques. Esta es la preocupación de Dan Coats, director de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, formulada en la Conferencia de Seguridad de Múnich. El pasado martes, se publicó en Estados Unidos el informe sobre las amenazas globales (Global Threat Assessment). En ese informe, los "extremistas sunitas violentos", especialmente el EI y Al Qaeda , son identificados como la mayor amenaza terrorista para la seguridad.
En la Conferencia de Seguridad de Múnich hubo unanimidad en cuanto a que la lucha contra el yihadismo está lejos de terminar.
Los luchadores extranjeros buscan nuevas áreas de acción
Varios líderes africanos, el presidente del Banco mundial y la secretaria ejecutiva de la Convención Marco sobre Cambio Climatico de las Naciones Unidas señalaron en el panel "Como hacer que la zona del Sahel sea segura" el vínculo entre el desarrollo, el cambio climático y la seguridad. La falta de oportunidades, gobiernos ineficientes y la falta de educación crean el caldo de cultivo para el terrorismo. El presidente de la Unión Africana, Moussa Faki, ilustró el peligro de la falta de conocimiento a través de la historia de una mujer del área del lago Chad, que quería volarse como terrorista suicida: le habían dicho que en el paraíso ella misma podría elegir a su esposo. El ministro de Exteriores de Túnez cuenta que en su país muchos se unen a grupos terroristas por motivos económicos. El EI fue capaz de pagar buenos salarios durante mucho tiempo. Se teme que muchos de los extranjeros que combatieron en sus filas podrían irse, por ejemplo, a Nigeria e incorporarase ahora a Boko Haram. Según Babagana Monguno, asesor de seguridad nacional del presidente nigeriano, se han formado nuevas dependencias del EI en al menos nueve Estados africanos.
Por su parte, el jefe del ejército pakistaní, Qamar Javed Bajwa, informó que ex luchadores del EI también se están reuniendo en el vecino Afganistán. Segú él, existen ya 20 milicias terroristas activas allí. Bajwa se mostró harto de que Pakistán sea acusado repetidamente, sobre todo por Estados Unidos, de no hacer lo suficiente en la lucha contra el terrorismo. Enojado recordó que el terrorismo islámico fue una creación de Occidente. Hace casi 40 años, Estados Unidos reclutó a jóvenes para la lucha contra la Unión soviética. Cuando cumplieron su cometido, se les dejó a su suerte.
Autor: Matthias von Hein (GG)