Tras el inolvidable terremoto y tsunami de hace dos años y medio, ahora un tifón de magnitudes desconocidas devastó parte del país. El peligro se extiende también a Fukushima, donde la empresa administradora, Tepco, asegura tener todo bajo control. La región más afectada ha sido la isla Izu Oshima, donde al menos 17 personas murieron y 45 se encuentran desaparecidas.