Libia, enfrentamientos G8 y Consejo de Seguridad
15 de marzo de 2011El balón vuelve a la ONU y al Consejo de Seguridad. De la reunión del G-8 en París, no salió una conclusión clara menos un apoyo unánime a una intervención militar en Libia. Mientras Francia y Reino Unido favorecen esto último, Alemania, Italia, Rusia y Estados Unidos son reticentes. No obstante, se acordó aconsejar al Consejo de Seguridad incrementar la presión incluyendo medidas económicas.
Alain Juppé -ministro francés de Exteriores y anfitrión del encuentro por ostentar la presidencia rotativa del G8- lamentó la actitud de sus colegas. "Hemos perdido quizá una oportunidad para reinstaurar el equilibrio", afirmó. Latente está el temor de que Gadafi reconquiste el feudo rebelde de Bengasi y la pregunta,¿cómo frenarlo?
Miles en desesperación
Mientras tanto, en Libia hay cada vez más gente que huye de las tropas de Gadafi. Para las organizaciones de asistencia el mayor problema en este momento es la falta de información. La Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria en Ginebra se calcula que unas 280.000 personas se han desplazado; medicamentos y cuidados médicos hacen falta. En el peor de los casos, unas 600.000 personas podrían necesitar ayuda. Por su parte, la Organización Internacional para las Migraciones se encuentra ayudando a evacuar a los trabajadores extranjeros provenientes de Bangladesh, Mali, Sudán y Nigeria. El fin de semana, varios miles de personas habían cruzado la frontera hacia Egipto y Túnez.
Alemania sigue escéptica
El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, rechaza una solución militar, además, se mostró "muy escéptico" sobre una posible zona de exclusión aérea sobre Libia. Una operación militar podría dañar más que ayudar, porque conduciría a "debilitar el movimiento opositor en el norte de África", afirmó Westerwelle.
La lucha por Bengasi
Activistas de la oposición aseguraron que los rebeldes han destruido dos barcos de guerra del líder libio Muamar al Gadafi en la costa noreste de Aydabiya; un tercer barco habría sufrido severos daños. Miembros de la fuerza aérea libia habría desertado y estarían ahora de lado de los insurgentes.
Mientras, las fuerzas de Gadafi continúan luchando por el control de Aydabiya y la cercana ciudad de Brega con el objetivo de avanzar hacia el feudo opositor de Bengasi.
Según informes de agencias, los insurgentes no quieren rendirse y están decididos a seguir ofreciendo resistencia. En el caso de que en los próximos días no haya consenso internacional para el establecimiento de una zona de exclusión área sobre Libia, la insurgencia quiere intentar doblegar a las tropas de Gadafi con otra estrategia: bloquearles el acceso a las refinerías. ."Sus tropas concentran sus ataques en Al Zawiya, Ras Lanuf y Brega porque ahí se encuentran las refinerías de las que llega el combustible que Gadafi necesita para mantener su maquinaria militar", dice un portavoz de los rebeldes en Misurata.
La ONU sobre el terreno
Entretanto, el enviado especial de la ONU para Libia pidió el fin inmediato de la violencia y el acceso sin obstáculos a los trabajadores humanitarios Abdul Ilah Jatib, un ex ministro del exterior jordano, llegó el lunes a Trípoli y hoy (15.03.) se reunió con funcionarios del gobierno para iniciar su misión de buscar el fin de los combates y la protección de la población civil.
MB/dpa/efe/swr
Editor: José Ospina-Valencia