El SPD se despide del gobierno
24 de septiembre de 2017El derrotado candidato socialdemócrata a la cancillería alemana, Martin Schulz, corroboró lo que ya habían señalado algunos de sus correligionarios apenas se conocieron los primeros sondeos a pie de urna, que daban al partido alrededor de un 20%: el SPD no reeditará la coalición con la CDU de Angela Merkel. "Está plenamente claro que el mandato que nos dio el electorado es el de ser oposición”, afirmó.
En unas elecciones en las que, en general, no hubo mayores sorpresas, ya que el ingreso de la derecha populista (AfD) y los liberales (FDP) al Parlamento se daba ya por descontado, este es el "verdadero terremoto”, comentó el economista en jefe del banco VP, Thomas Ginzel.
+++Minuto a minuto: Alemania ya decidió+++
¿A "Jamaica” los boletos?
El panorama se complica así considerablemente para la formación de una nueva coalición de gobierno, ya que la única opción políticamente viable que queda para Merkel sería una triple alianza con los liberales y los verdes, dado que se ha descartado de antemano negociar con La Izquierda y el AfD. Pero la constelación bautizada con el nombre de "Jamaica” por los colores de sus partidos (negro por la CDU, amarillo por los liberales y verde por los ecologistas), se perfila desde ya compleja y requerirá de arduas negociaciones, con resultado abierto.
El vicepresidente del FDP, Wolfgang Kubicki, ya dejó en claro que semejante coalición no es en absoluto algo "obvio” para su partido. El hecho de que el SPD "abandone la cancha” no implica que los liberales sean quienes "limpien” los platos rotos, afirmó.
Y también en el partido hermano de la CDU, la CSU de Baviera, las primeras reacciones dejan de manifiesto lo incómodo de la situación. El hasta ahora ministro de Transporte, Alexander Dobrint, calificó la reacción socialdemócrata de "precipitada”, recalcando que "todos nosotros tenemos una responsabilidad para con el país, también el SPD”. También el jefe de la CSU, Horst Seehofer, instó a los socialdemócratas a mantener la puerta abierta a las conversaciones.
Europa en vilo
Las declaraciones desde este sector conservador tienen su explicación, por lo complejas que se perfilan las negociaciones con el FDP y Los Verdes, y el desafío que implicará tender puentes sobre todo entre las posiciones de liberales y ecologistas.
Además, para el resto de Europa es bastante lo que hay en juego. En primer lugar, el apoyo que espera de Alemania el presidente francés, Emmanuel Macron, se volverá más que incierto con los liberales compartiendo el poder en Berlín. El FDP difícilmente acceda a respaldar la creación de una instancia financiera conjunta en la UE. Tampoco parece probable que avale una relajación de la política de ahorro exigida a los países del sur, que aspiran a mayor flexibilidad para revitalizar sus economías.
En consecuencia, en la UE se seguirá sin duda con atención el proceso de la formación de Gobierno en Alemania. Y a la canciller Merkel, a quien nadie discute la prerrogativa de seguir al mando del país, le esperan días arduos y más de algún dolor de cabeza para conseguir la mayoría necesaria en el Bundestag.