La atención se centra en el destino de la colección que los empresarios textiles judíos Ernst y Agathe Saulmann tenían en su domicilio particular en las montañas suabas. Después de huir al exilio, le encargaron a su antiguo marchante de arte Julius Böhler que vendiera la colección. Mientras Böhler se beneficiaba de numerosas ventas de colecciones judías, los legítimos propietarios se fueron con las manos vacías y en 1938 fueron internados en el campo de concentración francés de Gurs. Hasta la actualidad solo han podido restituirse unos pocos objetos de la Colección Saulmann. El reportaje muestra también las dificultades para identificar la procedencia de las obras. Además de numerosos expertos en la investigación del origen de los objetos, intervienen el heredero Saulmann, Felix de Marez Oyens, y el nieto de Julius Böhler, quien administra la colección de su abuelo hasta hoy y recientemente entregó el archivo de la empresa al Instituto Central de Historia del Arte de Múnich para su investigación.