El ritmo en la sangre: Salsa, tango y samba en Alemania
27 de diciembre de 2003Para bailar salsa, tango o samba no hace falta ir de vacaciones a Sudamérica. En Alemania se ofrecen numerosos cursos para aprender a moverse con el son de los ritmos calientes. Este auge se registra a partir de la celebridad alcanzada por el grupo cubano Buena Vista Social Club.
La influencia de Buena Vista Social Club
En 1996, Ry Cooder, el norteamericano "arqueólogo de la música", viajó a Cuba para grabar un disco con músicos africanos y cubanos. En ese encuentro conoció a un grupo de ancianos cubanos, que tocaban en el Buena Vista Social Club, quienes determinaron la vida musical cubana de los años 30 y 50, y más tarde, en los 90, revolucionarían los escenarios de las ciudades europeas.
Por otro lado, Wim Wenders, aclamado director de películas alemán, decidió filmar en un documental la vida de estas estrellas de la música cubana, cuyos méritos habían pasado al olvido en su tierra natal. Acto seguido tuvieron lugar conciertos por toda Europa con locales abarrotados, y entradas agotadas.
Parte de los integrantes de este peculiar grupo ya han fallecido. Sin embargo, son memorables los conciertos de Ibrahim Ferrer o Rubén González, quienes deleitaron a su público por el entrañable contenido de las canciones, el calor humano y la experiencia de la vejez.
La salsa de la vida
Tras el éxito de taquilla del filme y de los conciertos, se produjo una oleada de cursos de baile de todos los estilos en Alemania. Los asistentes a los eventos de salsa comentan que es una danza que te permite cierta libertad de movimiento, en comparación con otros bailes de salón.
Bern Diekmann, uno de los pioneros de los ritmos caribeños, organizador y pinchadiscos de las célebres noches colonesas en el local "Kultor", comenta que mucha gente dice: "Esto podría estar sucediendo en La Habana o en Colombia". Diekmann nunca tuvo la intención de ser una discoteca o nada parecido, sino que bailar fuese el medio principal de comunicación.
El tango, puro erotismo
Al igual que la salsa, el tango ha experimentado un renacimiento que incluso se refleja en internet. Muchos de los amantes del tango intercambian información o quedan para ir a bailar. A todos les une una meta: las ganas de aprender nuevos pasos.
Los argentinos se mueven con más seguridad, y los europeos se desplazan más ligeramente por la pista de baile. A pesar de las diferencias en la forma de bailar hay un punto común: entre el hombre y la mujer debe existir un diálogo corporal. Además destaca el acercamiento entre las culturas, ya que bailan alemanes y sudamericanos juntos.
Al ritmo de samba
Los grupos de samba ya son tradición en los carnavales alemanes. De hecho, hay escuelas de samba como "Pimenta Malagueta" que tiene 27 miembros. Klaus Schloßmacher, fundador y monitor de dicha escuela, está convencido de que la samba ha conquistado Alemania, porque es una experiencia que se vive en grupo. Se trata también de música que se transmite como un idioma y no con notas, ya que los sentimientos no se pueden traducir en notas.
Los alemanes son conocidos por la carencia de agilidad corporal, y precisamente de eso se trata en samba. Para muchos la cuestión es divertirse y punto. Así lo confirma otro miembro del grupo "Pimenta Malagueta" que asevera que se siente simplemente feliz cuando toca. Se olvida de todo y se siente libre.
Conocer los instrumentos, las notas o la técnica no supone un reto para los alemanes. Sin embargo, tocar y bailar relajadamente, y sin el temor de cometer errores es un tarea más difícil para los germanos.