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Juan Carlos contra la crisis

12 de febrero de 2010

El rey Juan Carlos se ha implicado directamente en los esfuerzos para sacar a España de la crisis económica en la que se halla sumida.

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El rey Juan Carlos: poniendo el hombro contra la crisis.Imagen: AP

Además de llamar el jueves a los partidos a forjar "amplios acuerdos", se está reuniendo con políticos y los agentes sociales. Hoy recibió en el Palacio de la Zarzuela a los secretarios generales de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, en la primera audiencia en la que recibe a ambos a la vez.

Según indicó la Casa Real, estos contactos se enmarcan en los que el monarca celebra habitualmente, si bien admitió que se han intensificado "con especial incidencia en los últimos meses", en el contexto de "las graves consecuencias de la crisis económica".

El objetivo del rey es reiterar a sus interlocutores su deseo de que trabajen por lograr un consenso que permita al país superar la situación económica en la que se encuentra.

En los últimos días, y mientras se ponía en duda desde el exterior la credibilidad y la solvencia de España, en el país ha ido tomando cuerpo la idea de un pacto de Estado para superar la crisis, que deja ya siete trimestres de recesión, más de cuatro millones de desempleados y un déficit público del 11,4 por ciento en 2009 y del 9,8 por ciento previsto para 2010.

El rey se reúne con los sindicatos

La vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, valoró la voluntad del monarca de "arrimar el hombro" en esta situación. "Va en la línea de lo que el gobierno propicia frente a la actual situación de crisis", dijo en la rueda de prensa posterior al consejo de ministros.

No obstante, De la Vega negó que los contactos del rey con los agentes sociales, a los que otorgó un carácter "institucional y habitual", sean una respuesta a una supuesta imposibilidad del gobierno de llegar a un pacto de Estado. "Lograr un acuerdo es responsabilidad del gobierno", dijo.

Los líderes de CCOO y UGT fueron recibidos hoy por el monarca en el Palacio de La Zarzuela para hablar de "la situación general del país" y "demostrar que es posible alcanzar un acuerdo".

Según dijeron los secretarios generales de los dos principales sindicatos del país, la intención era también analizar con el rey el acuerdo salarial que el lunes alcanzaron con la patronal.

El rey Juan Carlos recibió el jueves en su residencia a la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, quien le informó sobre las últimas medidas que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero ha adoptado para luchar contra la crisis.

La idea de un pacto de Estado contra la crisis está cobrando cada vez más importancia en el país. El Partido Socialista (PSOE) de Zapatero anunció el jueves una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios para analizar la posibilidad.

Temores de que no se pueda llegar a un pacto

Los nacionalistas catalanes de Convergència i Unió (CiU) han reiterado esta semana su disponibilidad a participar en un acuerdo de ese tipo. "No es momento de gobernar con la mayoría más uno", dijo hoy el portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida.

Sin embargo, la profunda escisión entre socialistas y el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy despierta el temor de que no se pueda llegar a un pacto que incluya a todas las fuerzas políticas.

Con responsabilidad y volunta política "hay espacio para el acuerdo", manifestó hoy la vicepresidenta primera. Pero "un acuerdo exige ceder, no un contrato de adhesión, que el acuerdo se aborde con altura de miras, y no mantener una posición ideológica cerrada".

Según De la Vega, los objetivos "irrenunciables" del gobierno son la creación de empleo, la recuperación de la economía y la reducción del déficit con el plan de austeridad que pretende recortar el gasto en 50.000 millones hasta 2013.

La vicepresidenta respondía así a unas declaraciones de la "número dos" del PP, María Dolores de Cospedal, quien hoy rechazó "un pacto por el pacto".

"Sólo sería bueno para España si tiene un auténtico contenido que suponga un cambio radical en las políticas económicas del Ejecutivo" porque si no, "sería engañar y defraudar a los españoles", aseguró.

PK/dpa