El racismo se aleja de la Bundesliga
12 de octubre de 2006Los investigadores que realizaron el estudio han puesto especial atención a los fanáticos ultrarradicales que han surgido en Alemania desde los años noventa. Desde el punto de vista político, este tipo de aficionados al fútbol se manifiesta neutral. Su mayor posicionamiento, de acuerdo con los especialistas, es un claro rechazo a los procesos de comercialización que afectan a la actividad futbolística. Pese a los sucesos ocurridos durante el reciente partido de la selección alemana (en el que ganó 4-1 a Eslovaquia), el documento demuestra que los aficionados más extremistas no sienten especial apego, más allá de lo deportivo, por el equipo nacional teutón.
A menudo, estos fanáticos del fútbol manifiestan posiciones abiertamente homofóbicas. “Los prejuicios contra las orientaciones sexuales diferentes son cosa normal en la rutina diaria del fútbol", señala Victoria Schwenzer, co-autora del documento. Los grupos extremistas que se mezclan entre los aficionados al futbol utilizan sofisticados sistemas de comunicación, que incluyen tanto códigos como símbolos secretos que cambian con frecuencia para evadir la acción de la autoridad.
Buenas noticias, pero no tanto
El estudio fue encargado por el Instituto Federal para el Estudio del Deporte, y fue elaborado a lo largo de dos años. Demuestra que, pese a la aparente sofisticación en los sistemas de reclutamiento y reunión, la actividad racista en los estadios de futbol profesional ha disminuido en Alemania. “En todos los ámbitos futbolísticos profesionales que pudimos investigar, los actos racistas visibles y audibles tienden a desaparecer de las tribunas; sin embargo, debe recalcarse que este fenómeno no ha desaparecido”, afirmó Gunter Pilz, quien dirigió el proyecto.
En efecto, la aparente disminución en la actividad extremista dentro de los estadios de fútbol no es para tranquilizar a nadie, si se le analiza en perspectiva. Así como los actos y expresiones racistas parecen decaer en el fútbol profesional, el estudio demuestra que estos fenómenos crecen en las ligas menores y comunitarias.
Palabras en vez de macanas
Los investigadores creen que estos problemas no deben encontrar una respuesta de tipo policiaco. En cambio, proponen establecer un proceso de diálogo con los aficionados, para así recoger algunas de sus inquietudes legítimas y eliminar posicionamientos radicales. “En concreto, es necesario escuchar las críticas que los aficionados expresan a la comercialización del futbol”, opina Pilz.
Asimismo, conviene reforzar en la Bundesliga acciones como la celebración regular de un Día Contra el Racismo. El diálogo, concluyen los expertos, propiciaría la comunicación entre agrupaciones de fanáticos, asociaciones, ligas de clubes y, no por último, a las fuerzas policiacas que muchas veces tienen a su cargo la solución de incidentes violentos. No se trata de que las gradas enmudezcan. La pasión, para muchos, es sinónimo de fútbol. Pero hay discursos, y personas, que deben desaparecer de los estadios, para bien de propio deporte.