El paraíso de los osos bebés
Los ositos bebés del zoológico de Hellabrunn son la sensación del año. Muchos osos, lamentablemente, mueren a muy temprana edad. Los ositos mellizos ya son los favoritos absolutos del público.
Un viaje de descubrimientos
El zoológico de Hellabrunn, en Múnich, cuenta con dos favoritos absolutos del público: los mellizos de la osa Giovanna. Catorce semanas después de su nacimiento, salen por primera vez a explorar el mundo exterior, lleno de misterios para ambos.
Una verdadera sensación
Desde su nacimiento, el 9 de diciembre de 2013, los ositos polares son objeto de cuidados extremos. Según la organización de protección a los animales PETA, un 61 por ciento de los osos polares que no viven en su hábitat natural mueren a temprana edad.
Hermanitos
Giovanna dio a luz a dos oseznos, macho y hembra. La osita es, según las autoridades del zoológico de Hellabrunn, más atrevida que su hermanito, y pesa, con siete kilos, un kilogramo más que él. Todavía no tienen nombre. ¿Se animan a proponer nombres para los ositos?
Gran interés mediático
Casi 90 representantes de la prensa y los medios siguieron de cerca la primera "salida" de la familia de pequeños osos polares. Giovanna, la mamá, ya está acostumbrada a llamar la atención. Durante la época en que vivió en el Zoológico de Berlín, compartía vivienda con el famoso....¿se acuerdan quién?
Besitos de Knut
¡Sí, se trata del osito Knut, que se ganó los corazones de tanta gente! Giovanna, aquí, a la izquierda en la foto, fue su compañera de aventuras de septiembre de 2009 a julio de 2010. De esa relación nacieron varios oseznos, y luego Giovanna regresó a Múnich.
El oso más famoso
El nacimiento de Knut, el 5 de diciembre de 2006, desató una verdadera fiebre en Alemania. Desde hace más de 30 años nacía por primera vez un osezno en el Zoo de Berlín. Gente de todo el país se acercó a admirar a Knut, que, de por sí, era adorable.
Trágico final
También ya como oso adulto, Knut siguió recibiendo la atención del público. Sin embargo, en 2011, sufrió una meningitis que el 19 de marzo le produjo la muerte. Ante los ojos atónitos de los visitantes, Knut cayó al agua, presa de un ataque de epilepsia, y se ahogó.
Monumento a Knut
Los osos polares fueron objeto de atención y provocaron la euforia del público cuando Knut aún vivía. Se le dedicó un sello postal y se vendieron enormes cantidades de productos como camisetas y osos de peluche, y hasta se le compuso una canción: “Knut geht’s gut” (Knut está bien). Luego de su muerte, una escultura lo recuerda y le rinde homenaje en el zoológico de Berlín.