El Papa en Alemania: “Servir a la Justicia y evitar la injusticia”
22 de septiembre de 2011La fe y la ética son un elemento necesario en la conformación del derecho, defendió Benedicto XVI en su controvertida aparición ante el pleno del Bundestag en Berlín. Miles de manifestantes, entre ellos diputados, protestaron por la “mezcla de Estado y religión”.
En el primer día de su visita a Alemania, que durará hasta este domingo 25 de septiembre, Benedicto se dirigió a la Cámara baja del Parlamento alemán, con sede en Berlín, con un discurso de contenido teológico y filosófico sobre la naturaleza del bien y del ser humano, en el que empero, evitó referencias concretas a los problemas que afronta la Iglesia.
El derecho vigente es, a veces, injusto
"La tarea fundamental de los políticos debe ser servir a la justicia y proteger contra la injusticia", comenzó diciendo el pontífice. "¿Pero cómo reconocemos lo justo?", se preguntó. Benedicto advirtió que "en la mayor parte de materias legislables, la mayoría puede ser un criterio. Pero cuando se trata de la dignidad del ser humano y la humanidad, el principio de la mayoría es insuficiente".
Un planteamiento que Ratzinger ejemplifica con un capítulo de la historia alemana: "Con esta convicción lucharon los combatientes de la Resistencia contra el régimen nazi y otros regímenes totalitarios (...) Para ellos era una evidencia indiscutible que el derecho vigente era en realidad una injusticia".
El discurso de este 22 de septiembre de 2011 fue el primero de un Papa ante el Bundestag y estuvo precedido por una fuerte polémica. Al menos 100 de los 620 diputados abandonaron sus sillas poco antes del acto al considerar que era incompatible con la neutralidad religiosa del Estado alemán. Los escaños vacíos fueron rellenados por invitados y Benedicto XVI pudo ser recibido y despedido con una larga ovación.
La fe, la razón y el derecho
"Cuando la razón positivista se erige como cultura única y relega el resto de realidades culturales a una subcultura, el ser humano se empequeñece y pone en peligro su humanidad", concluyó el Papa.
"Digo esto precisamente”, agregó, “con la vista puesta en Europa, donde amplios sectores intentan reconocer sólo al positivismo como cultura común y fundamento del derecho". Benedicto consideró esto una "situación dramática" y recordó que "la cultura europea surge del encuentro de Jerusalén, Atenas y Roma, del encuentro entre la fe en Dios de Israel, la filosofía racional de los griegos y el derecho romano".
"Ignorar esto o considerarlo simplemente como parte del pasado sería una amputación de nuestra cultura", concluyó.
Alabanzas al movimiento ecológico alemán
Benedicto elogió también el surgimiento del movimiento ecologista en los años 70. "Debemos escuchar la lengua de la naturaleza y responder a ella adecuadamente", señaló. "Hay una ecología del ser humano. El hombre tiene una naturaleza y hay que respetarla. El hombre no se hace a sí mismo".
Muchos de los diputados que abandonaron el edificio del Bundestag durante el discurso se unieron a la protesta que tuvo lugar en la cercana Potsdamer Platz, donde miles personas se manifestaron contra la moral sexual del Vaticano y la presencia del Papa en el Parlamento.
Otros cientos de personas se concentraron además en la simbólica Puerta de Brandemburgo por el escándalo de abusos en instituciones católicas. Los defensores del discurso defendieron que el Papa fue invitado y que compareció en calidad de jefe de Estado en el marco de una visita oficial.
Autor: José Ospina-Valencia
Editor: Enrique López