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El oro blanco del continente negro

5 de noviembre de 2002

La suerte de cientos de animales en peligro se decidirá en una conferencia, en Chile,donde se enfrentan los intereses comerciales y la protección de las especies.

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Una exposición en Alemania muestra los animales que turistas intentan entrar al país ilegalmente.Imagen: dpa

En la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) salen a luz unas cuantas verdades. Según las leyes de la evolución los mismos pandas serían los culpables de estar en peligro de extinción. Estos osos sólo comen determinadas clases de bambús. Así que "si desaparece la planta desaparecen quienes se alimentan de ella", dice Stefan Porembski del Instituto de Investigación sobre Biodiversidad de la Universidad alemana de Rostock.

Pero el mayor peligro para los animales lo representa el homo sapiens. Sólo el 17 % de la tierra es virgen, como lo dice la Sociedad de Conservación de la Vida Silvestre (WCS). Estas "islas de la virginidad" están en el Amazonas, Alaska, Canadá, Rusia, Tibet y Mongolia.

Ratones de agua y cactus de alcachofa mexicanos

El espacio vital de los animales es reducido cada vez más por el hombre. 121 especies han ido a engrosar la lista de animales en peligro de extinción en los últimos dos años. Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) hay 11.167 especies gravemente amenazadas. El camello bactrico de China, el ratón de agua de Etiopía, el lince español y el cactus de alcachofa mexicano, por ejemplo, están a punto de desaparecer.

Alemania y la UE contra el negocio del "oro blanco"

También el número de elefantes se ha reducido significativamente debido a la caza furtiva que alimenta el mercado ilegal de marfil. El ministro alemán del Medio Ambiente, Jürgen Trittin quiere por eso luchar contra la liberalización del mercado del "oro blanco". Alemania y la Unión Europea (UE) se oponen radicalmente a un "ablandamiento" del Acuerdo de Washington para la Protección de la Flora y la Fauna. Dicho acuerdo, al que han adherido 160 países, es el instrumento de derecho internacional más importante para la defensa de la naturaleza.

El Acuerdo de Washington prohibe o regula el comercio de por lo menos 8.000 animales y 40.000 plantas. En la Convención de la CITES en Santiago de Chile se discutirá hasta el 15 de noviembre el estado de protección de más de 160 especies. Anteriores convenciones de la CITES han dado ya algunos resultados positivos: la salvación de los rinocerontes y el cocodrilo del Nilo, por ejemplo.

Inmensos filetes navegantes

Pero mientras en Santiago de Chile a algunos africanos sólo les interesa el valor comercial de los colmillos de elefante, los japoneses e islandeses sólo ven en las ballenas monumentales filetes. El Japón está empeñado en imponer la rebaja de la categoría de protección de las ballenas minke que esperan cazar, matar, freír y vender.

Uno de los puntos álgidos de la convención son las creencias asiáticas. Según Pro Wildlife las poblaciones asiáticas de tortugas y caballitos de mar han colapsado por culpa de la caza indiscriminada de estos animales a los que se atribuyen fuerzas curativas.

Los europeos no están libres de culpa

Pro Wildlife pide además, aumentar la protección de los papagayos amazónicos que, a menudo, terminan en cualquier sala de estar europea. Por su parte, Greenpeace ha pedido poner sobre la mesa severos límites al comercio de madera de caoba.

La discusión está abierta y el juego no es siempre limpio. Maseyuku Komatsu, el jefe de la oficina japonesa de pesca tuvo que admitir que su país utilizaba la ayuda para el desarrollo para sobornar a países pobres que apoyen el levantamiento de las restricciones de caza de ballenas. No parece ser nada raro en una persona para quien las ballenas son meras "cucarachas de los mares".