El origen de la civilización en peligro
10 de marzo de 2003En Irak, hace más de ocho mil años, se crearon pueblos donde el hombre aprendió a labrar la tierra, criar animales, edificar casas, tejer, practicar la alfarería, incluso la pintura y la escultura. La Mesopotamia nombrada en los libros escolares, la tierra entre el Tigris y el Éufrates, quedó en nuestra memoria como el lugar remoto donde nació la civilización.
Daños colaterales
La lista de maravillas históricas en Irak es interminable. Según los expertos, mas de 10.000 tesoros de la antigüedad, la mayoría todavía sin descubrir, se encuentran en territorio iraquí. Margarethe van Ess, del Instituto Alemán de Arqueología, señala que hasta ahora estos monumentos estaban amenazados por ladrones y saqueadores, pero la guerra hará desaparecer definitivamente los testimonios de nuestro pasado. En Babilonia, donde se encuentra el palacio del rey Nabucodonosor, los arqueólogos encontraron restos de los jardines colgantes, una de las siete maravillas de la antigüedad. Al lado, Saddam Hussein construyó uno de sus fastuosos palacios que probablemente sea objetivo militar preferente cuando estalle la guerra. Un ataque a un aeropuerto militar devastaría la ciudad de Ur, que vio nacer al Patriarca Abraham. Níniveh, una de las grandes potencias del siglo II antes de Cristo, se encuentra también en la mira. Ya en la guerra del Golfo el ejército de Saddam instaló bases militares en la ciudad de Mossul, en los alrededores de Níniveh, que fueron atacadas por los estadounidenses. Los daños provocados durante la Guerra del Golfo de 1990-91 fueron mínimos en comparación con los que se avecinan. Únicamente algunas bombas alcanzaron templos en las ruinas de Ur. Por el contrario, tras la imposición del embargo por las Naciones Unidas, muchos ladrones se dedicaron a robar y traficar con antigüedades.
Para paliar los efectos de la guerra, Estados Unidos accedió a nombrar una comisión que se encarga de elaborar el mapa exacto de todos los tesoros históricos en territorio iraquí. Aun así, Margarethe van Ess opina que, en caso de necesidad, el ejército estadounidense no dudará en destrozarlos. Incluso en Estados Unidos se duda que merezca la pena conservar los monumentos históricos. Josh Keller, experto militar de la asociación de científicos norteamericanos, señala que para dirigir exactamente las "bombas inteligentes" a los objetivos, es necesario que los soldados los marquen previamente. Pero debido a la gran cantidad de lugares que deberían ser marcados, es una tarea prácticamente imposible.
Emulando a Genghis Khan
Si hace 800 años Genghis Khan arrasó todo Irak sembrando el terror y la destrucción, es posible que seamos testigos de una segunda devastación a manos del ejército estadounidense. Acadios, sumerios, babilonios, asirios y persas sentaron las bases de la civilización. Mezquitas imponentes, oratorios, santuarios, esculturas de Hammurabi, leones y toros alados, junto a monumentos a los caídos en la lucha por la independencia e imágenes del líder Saddam Hussein, caracterizan la historia milenaria y reciente de este pueblo y aguantan impasibles ante invasiones y guerras (esperando una resolución de la ONU). Pero los efectos de los ataques les provocarán heridas incurables. Ni "bombas inteligentes", ni la selección de los objetivos pueden evitar un desastre para la herencia de la humanidad. La tierra mítica, origen de las culturas, va a ser testigo de las consecuencias de la propia civilización.