El nuevo realismo verde
18 de octubre de 2002
En su campaña electoral los Verdes prometieron un "contrato de ocho puntos para el futuro". "Con el ocho por ciento de los escaños podremos realizar las ocho propuestas" anunciaba el partido verde en agosto. Hoy, tras las negociaciones con su socio de coalición, el partido socialdemócrata (SPD), las promesas verdes ya no suenan tan eufóricas.
Con el número récord de votos del 8,6 % en las últimas legislativas, los Verdes sobrepasaron sus propias expectativas. Pero en el nuevo pacto de gobierno no se encuentran todas las promesas hechas anteriormente. Reforzados de esta manera sorprendente, podrían haber luchado por optener a una cuarta cartera pero han preferido "reforzar sus temas clave" en el seno del gobierno.
Pocos cambios
En la nueva estructura de gobierno, el ministro del Medio Ambiente, Jürgen Trittin, se hará cargo del fomento de energías renovables que antes era de competencia de otros ministerios y aumenta de este modo su peso en asuntos medioambientales, campo sensible y crucial para el partido eco-pacifista.
En la cartera del político más popular de Alemania, Joschka Fischer, se colocará un secretario de estado para asuntos europeos, lo que le dará al ministro de Relaciones Exteriores una mayor influencia directa en asuntos comunitarios.
Un éxito claro para los Verdes en contra de las ambiciones del canciller Schröder quien, en el pasado, había hablado abiertamente de la posibilidad de quitar a Exteriores las competencias en temas europeos, pasándolas a la Cancillería o a un nuevo ministerio.
El tercer ministerio "verde", el ministerio de Agricultura, Protección de los Consumidores y Alimentación, queda a cargo de Renate Künast, quien seguirá con su reforma del sector agrario.
Progreso en la política familiar
El acuerdo que servirá de base para la política de la coalición socialdemócrata-verde durante los próximos cuatro años prevé un desembolso anual de 1.500 millones de euros destinados al fomento de guarderías y escuelas a jornada completa. El sistema educativo alemán no contempla clases escolares por la tarde, lo que tiene como consecuencia que muchas madres no pueden ejercer una actividad laboral regular.
"Una mejora significativa para las personas que educan a sus niños en solitario", subraya uno de los dos presidentes del partido Verde, Fritz Kühn. Pero precisamente esta reforma nunca fue tema de discusión en las negociaciones de coalición.
La planta nuclear de Obrigheim
Dichas negociaciones de coalición quedaron empañadas, sin embargo, por las concesiones del canciller a la industria nuclear respecto a la central de Obrigheim, que según el plan original debía cerrarse el 2003. Tras un tira y afloja, el plazo de cierre para Obrigheim quedó sólo dos años por encima de lo previsto - en lugar de los cinco y medio que había prometido Schröder a la industria -, pero incluso así causó malestar en las bases verdes.
El plan para el abandono progresivo de la energía atómica fue uno de los grandes logros de los Verdes en la pasada legislatura y cualquier desvío del calendario se interpreta como una capitulación. Fritz Kühn aseguró que el aplazamiento ha sido la "decisión más difícil". La nueva jefa del grupo parlamentario Verde, Krista Sager, prefiere hablar de "una gran porquería".