Miedo: motor económico
6 de septiembre de 2011Suiza vive hoy una situación agridulce fruto de su decisión de no adoptar el euro como moneda nacional. Ante el miedo por una posible nueva recesión y la agitación de los mercados bursátiles europeos, los inversores encontraron solaz en el franco suizo, una opción más segura para sus operaciones. Pero esta brillante idea no se le ocurrió sólo a unos pocos, y en consecuencia, el franco suizo alcanzó este año niveles tan altos que el Banco Nacional de Suiza (SNB) se ha visto obligado a pisar el freno.
El SNB sacudió el martes a los mercados de divisas al fijar una tasa cambiaria límite para el apreciado franco de 1,20 francos contra el euro, advirtiendo que “no toleraría un tipo de cambio por debajo de esa cifra”, y que defendería el objetivo mediante compras de otras monedas en cantidades ilimitadas.
La actual sobrevaluación masiva del franco plantea una amenaza grave a la economía suiza y conlleva el riesgo de un desarrollo deflacionario", dijo en un comunicado el SBN. El anuncio redujo inmediatamente cerca de un 8 por ciento el precio del franco. En términos prácticos: el franco suizo puede costar como máximo 0,833 euros, y no 0,97 como llegó a costar el pasado agosto.
Alternativas contra el riesgo
Los temores a que la economía mundial pueda volver a caer en recesión han alentado a los inversores a desprenderse de activos de riesgo como las acciones y a preferir alternativas relativamente más seguras como el oro, el franco y el yen. Ahora que el precio del franco ha bajado, se prevé un crecimiento del yen y del precio del oro. De hecho, el oro ya ha alcanzado un nuevo récord sobre el máximo registrado hace dos semanas: un onza fina (unos 31 gramos) de oro cuesta ahora mismo 1.920,24 dólares.
Otra consecuencia del miedo a una nueva crisis es la desconfianza entre bancos. El récord de fondos depositados la pasada noche por los bancos de la eurozona en el Banco Central Europeo es una muestra de la escasa predisposición de estas organizaciones a prestarse dinero unas a otras. El diario económico alemán Handelsblatt informa hoy sobre una reunión de representantes de los países de la UE y de la organización supervisora EBA (Autoridad Bancaria Europea) para discutir cómo han empeorado las condiciones de los bancos a la hora de conseguir capital.
La paciencia se agota
Mientras tanto, el futuro económico de Grecia depende un informe de la “troika” formada por la Unión Europea (UE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Grecia ha recibido la advertencia del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, de que o el resultado del informe es positivo y el país cumple con sus promesas de ahorro, o se le cortará el suministro de ayuda. "Grecia debe saberlo. No hay margen de maniobra", sentenció Schäuble.
En medio de un ambiente de pesimismo del que Europa no parece poder levantar cabeza, las acciones europeas cayeron hoy a su cierre más bajo desde hace más de dos años. El índice de bancos de STOXX Europe 600 cayó un 2,1 por ciento, a un mínimo de 29 meses. El índice de acciones europeas líderes FTSEurofirst 300 terminó extraoficialmente con una caída de un 0,7 por ciento, a 904,07 puntos, registrando su cierre más bajo desde julio de 2009. Asimismo, desde el otro lado del Atlántico, los principales índices de acciones de Wall Street cayeron más de un 2 por ciento.
Autora: Lydia Aranda Barandiain / rtr / dpa
Editor: Pablo Kummetz