El menú incluía la muerte
6 de febrero de 2007Por el momento, lo que hay en torno al ataque ocurrido a primeras horas del lunes en un restaurante chino Lin Yue, en Sittensen, es en su mayoría especulación. Los medios alemanes confeccionan sofisticadas teorías sobre la posibilidad de que una especie de "mafia china" haya sido la responsable; o bien, que las víctimas fueron asesinadas por negarse a pagar cuotas de protección a otras organizaciones criminales.
Pocas certezas
Pero lo poco que se sabe con certeza es lo mismo que ha contado el hombre de 47 años que fue el primero en llegar a la escena del crimen: que los homicidas sometieron a la joven pareja dueña del establecimiento y a varias personas más, a quienes asesinaron de manera sistemática e impresionantemente fría.
Además, este martes han surgido otros detalles que, sin aclarar del todo lo sucedido, arrojan nueva luz sobre el crimen. La policía alemana dio a conocer que una pequeñita de dos años logró sobrevivir en medio del tiroteo.
Su identidad se mantiene en secreto, pero se informó que se encuentra bien de salud. No sucedió así con otro sobreviviente, que finalmente falleció a causa de las heridas. Con esto se elevó a siete el saldo mortal por el ataque.
Antecedentes en Hamburgo
Las especulaciones sobre un posible involucramiento de la llamada "mafia china" no carecen del todo de fundamento. Hace algunos años, la policía de Hamburgo investigó una serie de incidentes similares de los cuales se responsabilizó a criminales de origen chino. Éstos exigían sumas millonarias a los dueños de algunos locales comerciales. La localidad de Sittensen se encuentra precisamente entre este puerto y la ciudad de Bremen.
Sin embargo, la información oficial asevera que "se están siguiendo todas las líneas posibles de investigación", mientras que la policía de Berlín señala que "no existen indicios que apoyen la tesis de la mafia china".
De hecho, hasta el momento ni siquiera se conoce -al menos públicamente- la identidad de cinco víctimas, cuyos cuerpos fueron sometidos a necropsia en Hamburgo. La embajada de la República Popular China en Alemania recibió este martes una notificación en el sentido de que ninguno de los victimados -ni siquiera los dueños del local- era de nacionalidad china. Ha trascendido, de hecho, que en el grupo de personas asesinadas había ciudadanos de siete nacionalidades diferentes.
Teorías opuestas
El criminalista Klaus von Lampe dijo que "este caso luce más bien como un intento de robo que se salió de control". El experto no descartó que, además, los autores del ataque hayan hecho uso de una violencia desmedida "con el propósito de sentar un precedente para alterar el balance de poder entre bandas criminales".
El director del Instituto de Criminología de Baja Sajonia, Christian Pfeiffer, opina distinto: "el hecho de que las personas hayan sido amordazadas y atadas antes de ser asesinadas, habla en contra de un acto emocional o fuera de control".
Lo que es claro es que se trata de un caso sin precedente en la zona norte de Alemania. Hasta el momento, las autoridades consideran lejana la posiblidad de que se hayan establecido asociaciones criminales chinas en Baja Sajonia. La razón parece incontrovertible: simple y sencillamente, ahí hay muy pocos chinos.