El legado minero en Ciudad de México

Alexander von Humboldt pasó por este palacio y lo vio casi completo en 1803. El segundo piso ya estaba construido pero aún no terminado. Humboldt describe el palacio en sus libros como uno de los edificios más hermosos de Ciudad de México.

Llaman la atención los años que figuran encima de las dos columnas: en 1792 fue puesta la primera piedra para la construcción del palacio, que tuvo que ser interrumpida dos veces hasta que finalizó en 1813, pocos años después del paso de Alexander von Humboldt por acá. En 1892 se festejó el centenario del Placio de minería para cuyo festejo también se marcó el año en dicho patio.

En este documento, que data de 1784, se encuentran las minas que se registraron hace siglos en Guanajuato, Sombrerete, Zacatecas y otras. El marco dibujado es original de la época. Hoy en día todo un arte perdido en el tiempo.

El Doctor Omar Escamilla, Director del Acervo del palacio de Minería. Acaba de publicar su libro que lleva el titulo "Escuela de Minas Mexicanas - 225 años del Real Seminario de Minería". El Doctor Escamilla sin duda alguna una persona apasionada por su trabajo, algo que va absolutamente de la mano con Alexander von Humboldt y su amor por la naturaleza y el descubrimiento de la misma.

El Dr. Escamilla ha encontrado varios importantes documentos en os archivos del Palacio de minería, entre otros un recibo firmado por el propio Alexander von Humboldt. Es el comprobante de pago que el Real Seminario de Minería le pagó a Humboldt por sus instrumentos que vendió al Real Seminario en 1803. Los instrumentos sin embargo ya no se encuentran en el Palacio de Minería.

Alexander von Humboldt diferenció los tipos de suelo que vio en América inventando estos pequeños gráficos. Antes de que existiesen los colores esta era la única manera de diferenciar los suelos en la geología. Luego se introdujeron los colores.

Alexander von Humboldt fue el primero en hacer una especie de "corte vertical" de los suelos comparándolos con los suelos y las alturas de Europa. Todo esto en el año 1803. Estos esquemas sirivieron durante muchos años a geólogos y geógrafos como base de estudio de los suelos.

El artista recibió 160 pesos por realizar este retrato del científico alemán. El recibo se encuentra aún en los archivos del Palacio de MInería. Entonces, 160 pesos era más o menos el sueldo mensual de un catedrático del colegio de minería. Humboldt no llegó a ver este retrato ya que en esas fechas se encontraba en Veracruz, poco antes de embarcar rumbo a La Habana.

Fue compañero de estudios de Alexaner von Humboldt en Freiberg. Ambos se reecontraron en Ciudad de México y mantuvieron no solamente una gran amistad, si no también una pasión por la minerología que los unía. Juntos hicieron varias investigaciones en este sector en el Reino de Nueva España.