El largo brazo del colonialismo científico en Latinoamérica
27 de octubre de 2023"Ciencia paracaídas", "ciencia parasitaria" o colonialismo científico: todos términos que hablan de los desequilibrios en la ciencia. Y de sus efectos, que lejos están de ser neutrales.
"En este tipo de práctica colonialista en la ciencia, los investigadores, generalmente del norte global, se sienten libres de visitar otros países para recoger datos y regresar a sus territorios para procesarlos, sin establecer contactos ni cooperación con la comunidad y los investigadores locales”, critica en diálogo con este medio la paleontóloga Aline Ghilardi, profesora de la Universidad Federal del Río Grande del Norte de Brasil.
"También es frecuente que investigadores extranjeros compren fósiles de otros países, aunque ello vaya en contra de las leyes de ese país", denuncia Ghilardi. Y luego "acaban publicando artículos sin haber visitado nunca el lugar de donde proceden los fósiles", indica. "Esto conduce a una investigación de mala calidad, sin contexto”, advierte la investigadora.
De hecho, Ghilardi fue una de las iniciadoras de la campaña #UbirajaraBelongsto BR, que reclamó y obtuvo la reciente repatriación al Brasil del fósil del dinosaurio Ubirajara jubatus, irregularmente llevado a Alemania varios años atrás.
"Este caso no es único. Hay cientos de casos similares y afectan directamente a la población local y a los investigadores”, lamenta.
Y correlaciona: "La literatura y la industria cinematográfica siguen contribuyendo a reforzar los estereotipos: 'el hombre blanco explorador que va a lugares lejanos y desconocidos, llenos de salvajes, en busca de fósiles y artefactos raros'".
Paternalismo en acción
"La 'ciencia paracaídas' supone un gran grado de paternalismo", sostiene, por su parte, la doctora en química industrial por la Universidad de Buenos Aires Mercedes García Carrillo en diálogo con DW.
"Estas prácticas son parte de lo que se llama extractivismo de conocimiento”, profundiza la investigadora asistente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas argentino, CONICET, "en tanto se convierte al conocimiento en una mercancía apropiable", define y reprueba a la vez.
¿Las consecuencias? "Se contribuye así a ahondar las desigualdades globales, al obstaculizar el desarrollo científico y económico de los países afectados" asegura Ghilardi. "La producción de conocimiento, la formación de científicos, la inversión local en ciencia y la economía local se ven afectadas”, puntualiza la paleontóloga.
Dependencia académica
"Existe también un colonialismo académico”, agrega, asimismo, la investigadora argentina García Carrillo, "que determina cómo se construyen las agendas de investigación en los países del Sur global”.
Y sus consecuencias no son abstractas. García Carrillo, junto a un grupo de colegas, (Testoni, Gagnon, Rikap y Blaustein) se dieron a la tarea de contabilizar el fenómeno, para lo cual analizaron cerca de 100.000 artículos científicossobre salud y biomedicina publicados en las revistas de mayor impacto internacional.
Y concluyen: "Nuestro análisis evidencia una marcada preponderancia hacia la investigación del cáncer (casi el 15 por ciento de menciones en los artículos), y de las afecciones cardiovasculares (8 por ciento)”.
"Lo que resulta llamativo es que otras causas de muerte, como las enfermedades respiratorias, diarreicas o infecciosas, prácticamente no aparecen en esa agenda (menos del 1 por ciento), siendo que este tipo de enfermedades son tan prevalentes como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, pero (la diferencia es que) están asociadas a los países más pobres o a los sectores más pobres de los países ricos", indican.
¿Unos estudian y otros son estudiados?
"Más del 97 por ciento de los datos globales sobre paleontología son producidos por investigadores de Norteamérica y Europa Occidental”, afirma Ghilardi, coautora de un trabajo de referencia sobre la temática.
"Se sabe mucho menos del Sur global, y sus conocimientos son producidos con frecuencia por investigadores del Norte global sin la colaboración de investigadores del país de origen de los materiales. Esto está distorsionando nuestra visión de la vida en el pasado y es algo que no puede ignorarse”, advierte.
Para cambiar el estado de situación, "es importante mostrar la perspectiva de los investigadores del Sur global”, asegura la investigadora brasileña. "Pero necesitamos que los colegas estén dispuestos a escucharnos y a hacer un esfuerzo por comprender. Asumir y renunciar a privilegios nunca es fácil”, concluye Ghilardi.(ms)